sábado, 23 de noviembre de 2013

Capitulo 23


Narra Justin


Sus amigas se quedaron expectantes, que oportunas fueron, mire nuevamente a Paula que estaba con una media sonrisa, de esas que provocan, me pase la lengua por el labio inferior, tenerla tan cerca y en esas condiciones, me provocaba ciertas erecciones.
SE hizo un pequeño hueco y desapareció por el pasillo.

-Justin… al fin tenemos noticias tuyas…-dijo Marta.
-Si ya…-tenia una sonrisa de esas que lo dicen todo en mi rostro.
-Vamos sal con ella ha de despejarse, llevas seis meses sin salir de fiesta ni ha cenar, nada mas del trabajo a casa y alguna que otra vez a comprar…-dijo Cris abriendo la nevera
No dije palabra, llame a la puerta y entré estaba en ropa interior. Me quede fijo mirándola.
-¿Qué?-me dijo en tono sarcástico.
Negué con la cabeza y reí.
-Que eres hermosa…
-Y yo creo que tu necesitas gafas- se burló
- Si princesa… creo que si, mas que nada por haber estado alejado de tal preciosidad.-me acerque por detrás y la di un beso en el cuello, cosa que hizo que su bello se erizase.
-¿Tienes frio?-dije bromeando
Carcajeó y me besó.
-Oye vístete, ponte guapa vamos a salir.
-A donde-dijo clavando su mirada en la mía.
-Venga, llevas tiempo sin salir y despejarte.
-Esta bien-abrió el armario.
-Esos pantalones ajustados son perfectos- me mordí el labio.
-Te gustan?- dejó caer el albornoz justo al entrar por la puerta del baño y salió nuevamente con la ropa interior puesta. Cogió los pantalones de la percha y se los puso. Echo una ojeada a su armario y sacó una fina camisa blanca que dejaba ver su cuerpo  al ser transparente.
-Es muy bonita.-me levanté de la cama y dejé caer la toalla, me puse unos bóxers negros, unos pantalones negros con una camiseta básica blanca.
-Copiando modelito Drew?-preguntó en un tono gracioso.
-Tendré que estar a la altura de mi princesa no crees?-se acercó y me abrazo, apoyando la cabeza sobre mi pecho.
-Justin te e echado tantísimo de menos…pensaba que no te volvería a ver…estaba perdida en mi mundo, intentando no se encontrar algo que me hiciera feliz, pero lo único que me podría hacer feliz era que tu volvieras. Me miro a los ojos.  Sus grandes ojos azules me miraban con ternura. Yo también había sido un completo imbécil al haberla dejado sola tanto tiempo…tampoco era la única que no podía vivir si no era porque ella estaba junto a mi.
-Princesa… yo nunca te dejaría, tenlo por seguro- le aparte un mechón de pelo todavía algo mojado.
-Te quiero Justin-me abrazo muy fuerte y me dio un suave beso en la comisura de los labios.
Se alejo y se puso unos tacones negros de plataforma.
-Voy a pintarme un poco.
-Vale, mientras me calzaré.

A los 5 minutos salió del baño, estaba preciosa desprendía un dulce aroma.
-Estas lista?-le pregunte, agitando el pelo, y mirándola de arriba a bajo.
-Si-cojió la chaqueta de cuero del perchero y salimos hacia el salón, estaba la televisión encendida y Cris y Marta sentadas en el sofá llorando. Estaban viendo la vida es bella.
-Salgo, no me esperéis despiertas.
-A donde?-preguntó impaciente Cris.
-A cenar fuera-contesté yo- Se lo merece.
-Todos tenis planes menos yo o que?-dijo Marta muy irónica.-Tu de cena, y Cris se va a dormir a casa de Bruno, pues vaya chasco. Invitaré a Jaden…-carcajeó.
-Bueno que vaya bien-dije.
Salimos y bajamos al portal, enfrente estaba mi coche. La abrí la puerta del copiloto y ella me dedico una preciosa sonrisa. Entré en el coche y giré la llave.
-Bueno que quieres un Italiano, un Francés, un Chino, Hindú?
- Con que sea un sitio donde podamos estar solos…
No contesté me limite a sonreír arranqué el coche en dirección a la zona de costa.
Aparque y bajé rápidamente a abrirle la puerta.
-Que caballero estas hoy no?
- Te lo mereces todo y mas.
Me cogió dela mano.
-Ven, verás seguro que te gustara.
Entramos por una estrecha calle peatonal que iba a dar a plena vista de playa.
-Mira.-se giró y se quedó callada.
Era un restaurante con una pequeña terraza en lo alto de este con vistas al mar, estaba todo iluminado. Entramos al hall del restaurante, donde nos  atendió un joven, que rápidamente nos hico subir a la terraza. Tomamos asiento, y nos entregó la carta.
-Ahora en dos minutos os tomare nota-dijo el joven camarero.
-Justin es precioso… ya lo tenias preparado verdad?
-Pues no esta vez no… Lo único que una noche salí a dar una vuelta y encontré este lugar.
-Tu solo por aquí?
-Si, fue antes de marcharme a  Canadá.
-Pues es muy bonito.
De pronto el chico se acercó a la mesa.
-¿Qué desean?
-Pues a mi me gustaría tomar un plato de lasaña-dijo ella.
-A mi un entrecot, con espárragos.
-Y para beber?-dijo el joven anotando en su pequeña libreta.
-Un lambrusco por favor.
-Vino?-preguntó ella graciosa.
-Muy bien ahora se lo traigo todo.

La cena transcurría perfectamente, tenía tantas ganas de verla…
Nos trajeron la cuenta y pagué yo. Ella sin embargo me echo la reprimenda mientras paseábamos por la playa, por el hecho de haber pagado.
Me senté en la arena, se escuchaba el ruido de las olas cuando rompía con las rocas.
-¿Qué pasa Drew, estas cansadito?-la estiré de golpe haciendo que se tumbara encima mio.
-Te quiero tanto-la besé suavemente.
Se tumbó al lado, dejándose caer de encima.
- Sabes Justin… mi padre ha venido a verme y me asusta…
-Porque?-pregunté muy intrigado.
-Me ha dicho que se había enterado de que vivía en la ciudad y de que tenia un novio nuevo, el siempre a querido y a respaldado tanto a Rubén… que me asusta el echo de que no et acepte.
-Sabes que la que vas a vivir conmigo eres tu no?
-Si Justin pero mi padre es tan estricto que haría de todo por intentar joderlo sabes…
-A que te refieres?
-Mi madre ha encontrado a alguien… y el sin embargo se lo ha echado encara yo se que se han pelado, aunque mi  madre no me lo haya dicho y-la puse el dedo índice en la boca.
-Tranquila-la abracé. La estiré del brazo para que se levantara. Se sacudió el pantalón y andamos hasta el final donde había unas pequeñas escaleras que conducían a la callejuela por donde habíamos venido. Montamos en el coche, después de casi media hora de camino. Llegamos a su casa. Abrió la puerta y no había nadie, Cris había ido a casa de Bruno y Marta dejó una nota diciendo que había ido a pasar el fin de semana con Jaden. Eso quería decir que estaríamos completamente solos.
Entró en su habitación y entró en el baño cerrando la puerta. Yo me tumbé en su cama, me quedé en bóxers. De pronto su carcajada invadió esas cuatro paredes.
-De que te ríes enana?-observé su pijama era una camiseta de tirantes negra con un pantalón gris cortito.
-De ti.
Abrió la cama metiéndose dentro.
Nos miramos.
-¿Qué?- pregunto ella
-Nada…-sonreí
-¿Tengo que esperar toda la noche a que entres o que?-se mordió el labio.
No dije nada entré y me acerqué a ella, quedé observándola mientras se daba una crema en la manos.
De pronto la hice cosquillas en la barriga, era donde mas tenia.
-Justin por dios para!-reía descontrolada la cual me contagiaba a mi las ganas de reír.
Hice un gesto brusco quedándome encima de ella. Me miró expectante. Poco a poco me acerque a su cuello agarrándola de las muñecas, la di una hilera de suaves besos hasta llegar a su boca y morderla el labio inferior. Soltó un leve suspiro. Mi mano descendió justo a la cintura, a la goma de su pantalón, noté como se tensaba, y se arqueaba un poco.
-Tienes miedo?
-A que?-dijo con los ojos cerrados.- A ti? Ninguno.
-Ha hacerte mia?
-No…
Me empujó y ganó ella  la primera posición, me besó rápido, fuerte, y apoderándose de mi labio, apoderándose de mi… tenia ganas de ella, teníamos ganas de tener el control del otro, de saber por fin de que yo era suyo y ella era mía. Ella soltaba leves gruñidos ahogados por mis besos, nuestras lenguas luchaban por tomar el control, la cosa iba a mas y  a mi me estaba poniendo mucho mas me era mas difícil controlarme y creo que a ella también… jugué con su camiseta que no tarde en arrancar, deslice su mano por la espalda, bajando a la goma del pantalón y apoderándome de este para quitármele de e medio, estaba debajo de mí en ropa interior. Jugué con su broche del sujetador una y otra vez hasta deshacer el  enganche. Ella paró a coger aire, paro como a pensar, quizás yo también estaba yendo muy rápido…
De pronto su mano me sorprendió haciendo hincapié en mis bóxers, pero esta subió nuevamente por mis abdominales y bajó nuevamente. No pude aguantar, le quité todo lo que me estorbaba, y ella pareció hacer lo mismo conmigo. Al principio pareció darle algo de corte, pero la giré quedándome encima, la observé tenía los ojos cerrados.
-Princesa no quier-me cortó.
-Yo si quiero-puso su mano sobre mi espalda.
La miré y primero la bese suavemente, poco a poco entraba dentro de ella, se arqueaba y gruñía levemente.
-Te e echo daño?-pregunté con la voz algo agitada.
No abrió los ojos tan solo negó con la cabeza. Me moví suavemente, ella se arqueaba con la voz agitada, se movía debajo de mi, me mordió el labio estirando de el con fuerza… me costaba creer que la estaba haciendo el amor.
-Para se la primera vez… no se te da mal sabes…
Carcajeó y con la voz entrecortada me dijo- Quizás mejor que tu Bieber.
-Tu crees?-no dije nada, no dijimos nada, tan solo lo hice, lo hice rápido, lento...
Sentía sus uñas clavadas en mi espalda y que subían hasta mi pelo pegando pequeños tirones de este.
-Paula, me encantaría tener niños que se parecieran a ti sabes… no me e puesto-me cortó otra vez.
-Mañana me tomo la píldora tranquilo.
La di un beso largo pero suave en los labios y me tumbé a su lado.
La miré y estaba con los ojos cerrados, miré al techo y una sonrisa de imbécil apareció en mi rostro.
Era tan perfecta… Apagué la luz de la mesita de noche y me acerqué a ella.
-Estas bien?
-Si-dijo en un hilo de voz.-Gracias…
-Porque?
-Por ser tu el primero y el único.
-Te amo-me abracé a ella, la cual me correspondió. Al poco rato, quede sumergido en mis sueños…


La luz del sol se colaba divertida en la habitación, la miré estaba todavía dormida a mi lado, elevé un poco la cabeza y me puse enfrente de su cara, cuando de pronto…