domingo, 22 de junio de 2014

Capítulo 33

Paseábamos por las enormes calles de Nueva York, mirando escaparates, entrando en tiendas, que en Londres no había, hasta que yo, como siempre tuve que preguntar, que se escondía detrás de todo esto…
-Mama, se puede saber porque estas tan feliz, vamos de shopping y, haber no digo que no me guste verte asi porque me encanta pero-me cortó
-Me voy a casar.
Ante esa respuesta, me quede sin habla, congelada, atónita, no podía gesticular apenas…
-Paula, sabes que puedo cancelarla si tú no quieres-esta vez l corté yo.
-No, no. Pero no me lo esperaba, me ha pillado por sorpresa y no sabía que decir, es genial mama.-dije abrazándola.
-Bueno pues nada, tan solo quiero pedirte algo…-dijo nerviosa.
-Quiero que Justin y tú seáis los padrinos.
-Esto mama…-La verdad es que Justin y yo…no estábamos juntos…hasta que él no tomara una decisión. Yo le quiero, le deseo, le amo…pero…las cosas no van bien…
Cuando estamos juntos, nos picamos, peleamos, y nos distanciamos, para luego desearnos…y cuando no estamos juntos nos morimos el uno por el otro…, pero sinceramente no quería que mi madre estuviera preocupada, pensar que yo no estoy ahora mismo con Justin y pueda estar sufriendo, haría que no se centrara lo suficiente en la boda.-allí estaremos-dije con una sonrisa forzada- Pero…¿cuándo es la boda?
-Pasado mañana-dijo con entusiasmo
-¿¡Que!? Mama, el vuelo, la ropa, no tengo nada!
-Por eso salimos a ver si vemos algo cariño.
Mierda…tendría que ir a hablar con Justin necesitaría ropa…
-Pero Justin…tampoco tiene ropa-dije poniéndome nerviosa.
-Bueno, pues llámale y que venga.
-No.-dije tajante.-Esto…mami, quiero ir con Justin de compras, ya sé que me voy a poner-mentí- Y quiero que sea sorpresa para ti así que, ves a casa, y cuando yo llegue a la mía te llamo, si?
-¿Segura?
-Claro mama-dije con una sonrisa enorme.
-Está bien-dijo alejándose.
Saqué el móvil del bolso y le envié un mensaje a Justin.

Paula: Justin, necesito que vengas, estoy en el número 37 de la calle Brooks.
En apenas segundos, contestó.
Justin: Que pasa, que ya no estamos juntos y ya no puedes vivir sin mí, te recuerdo que me has dejado a medias.
Paula: Es urgente.
Volvía a mentir. Pude ver que lo había leído, pero no contestó. Me senté en el borde de la calle, tan solo esperaría un rato, de lo contrario, me iría yo sola y ya me inventaría algo el día de la boda…
Una moto, paró en seco frente a mi, Justin se quitó el casco pero ni se bajó de la moto.
-¿Y la urgencia?
-Bájate.-dije levantándome y empezando a caminar.
-¿Piensas que voy a seguirte?
-Eres gilipollas enserio.
-Seré todo lo que tú quieras, pero no pienso seguirte, morenita.
¿Morenita? ¿Morenita? Justin modo cursi activado.
-Mira Justin, tu a mí me das igual vale? Haz lo que quieras con tu puta vida, pero- cogí aire, estaba explotando- mi madre se casa pasado mañana, necesito ropa, y tú también, quiere que seamos los padrinos, no he podido decirla que no, es mi madre, y se lo debo, por todo lo que ha hecho por mí, así que asistiremos como si no pasara nada-me cortó
-Espera, quieres que finja estar bien?
-Si. Mira Justin, lo que ha pasado en tu casa me ha gustado, me gustas, te quiero, te amo. Pero por ahora, no quiero estar contigo, así que cuando pase la boda, cada uno seguirá por su camino, y así no habrá obstáculos.
-Y tú eres la que-le corté
-Tú fuiste el primero que quisiste acabar con esto, yo me enfadé me fui, no quiero verte sufrir. Tu dolor es mi dolor, tu placer es mi placer Justin. Pero tú ahora, una vez dentro de este mundo, solo me vas a provocar dolor. El mismo que te van a hacer a ti por cada moratón.
No quiero hablar más sobre esto. Así que…-tragué saliva- ¿Amigos?-dije tendiéndole la mano.
Miro mi mano, en ese momento esperaba un rechazo a las peleas, un lo siento pequeña sin embargo, estrujo mi mano con fuerza y musitó un tímido…Amigos…
Subimos una amplia calle, y entramos en una de las tiendas, de la cual me enamore de un  vestido negro, era corto por delante y una larga cola negra por detrás, era precioso.
Entramos en los probadores, Justin se quedó fuera…Al fin y al cabo ahora tan solo éramos…amigos.
-Mierda…-susurré-¿Justin?-dije sacando la cabeza por la cortina. Estaba hablando con una dependienta, rubia y bastante plástica. Los celos, se apoderaban y tomaban el control de mi cuerpo. Como impulso, salieron palabras malsonantes de mi boca. Las cuales nadie escuchó excepto yo.
Metí los dedos en mi boca y silbé, de tal manera que la mitad de la tienda se giró hacia mi.
Justin guiñó un ojo a la dependienta y pude ver como esa z**** le repasaba deseosa con la mirada.
-Guarra-susurré.
-¿Qué dice?-dijo Justin frente a mí.
-Súbeme la cremallera.
Asintió y subió la cremallera provocando así un escalofrío en mí.
Salí fuera del vestidor, para poder verme en un gran espejo, de pronto esa plástica ahí.
-A tu novia le queda de maravilla el vestido.-dijo mirándome de arriba abajo.
-No es mi novia-dijo Justin-Tan solo somos-hizo una pausa- amigos, ¿no Paula?
Seria capullo.
-Sí. Solo AMIGOS-dije remarcando cada una de las letras que contenía la palabra.
Entré en el vestuario, y la maravillosa aripa que hay encerrada en mi salió de nuevo, empecé a insultar a la dependienta y a Justin por lo bajito.
Salí del vestuario y me dirigí a caja, la verdad no recibí opinión de Justin, pero me daba igual a mí me gusta y punto.
-No crees que muchos babosos, se acercaran a ti con ese escote?-dijo con voz ronca, detrás de mí.
-No pasa nada…estoy soltera, no tengo nadie que se pueda poner celoso, a si que…-dije cogiendo la bolsa y saliendo del lugar.
-Quiero entrar en esa.-dijo Justin señalando a un lujoso local.
-Asentí y entramos, al entrar las dependientas de la entrada miraron a Justin cosa, que este les guiñó un ojo e hizo que ellas cuchichearan algo que no lograba entender.
-Justin-dije cogiéndole de la mano con mucha posesión-mira aquel traje-dije señalando a uno todo negro, pero con camisa blanca.
No comentó nada, andamos, cogidos de la mano hasta el lugar donde se encontraba el traje.
Paramos y mire la mano, en seco la solté.
-Me gusta, quiero probármele.
Llamamos a una de las dependientas, le entregó el traje y entro el solo obligándome a queda aquí, en el mismo lugar.
Salió con el de la mano y sin decir nada fue a la caja, donde pagó y me hizo una seña para que me acercara. Salimos de la tienda y miré hacia todos lados…estaba algo agobiada.
-¿Y bien? Donde quieres ir-dijo sin mirarme.
-Llévame a casa.
-¿Ya?
-Si. Ya.
No dijo nada, bajo la calle a mi lado hasta llegar a la moto. Toma, dijo dándome el casco, subió a la moto y después yo.  En menos de media hora estábamos enfrente de la que era nuestra casa.
-He dicho a mi casa…-dije bajando y quitándome el casco.
-¿Y esta no lo es?
Le entregué el casco, y bajé unas cuantas calles hasta llegar a la casa de mis amigas.
Entré y salude. Nadie contesto, de lo contrario vi una nota que ponía, nosotras ya estamos en Londres, nos vemos pasado mañana allí. Te queremos enana.
-Cojonudo, de pu** madre! Justin eres un capullo! Te odio! Amigos? Enserio? Eres un gilipollas!
Me tumbé en el sofá, la maleta estaba hecha, total…mañana saldría temprano hacia Londres…

*5:30 de la madrugada*
Un ruido insistente me despierta, mi  móvil, 20 mensajes de Justin.

Justin:  Sal, estoy fuera,  tenemos que estar en el aeropuerto a las 6
Subí a la carrera arriba y cogí la maleta, bajé como pude por las escaleras, y salí de casa. Me llevé una sorpresa, Justin en moto.
-¿Tu eres idiota o que te pasa?¿ Dónde va mi maleta?
Señaló un coche negro. Donde se bajó un hombre vestido de traje y cogió mi maleta para meterla en el coche.
-Sube-dijo Justin entregándome el casco. Le cogí enfurecida y me subí sin tan siquiera tocarle.
En seco, pego un acelerón, cosa que hizo que la moto se echara algo hacia atrás y yo le agarra con fuerza a su cintura.
-Ten cuidado morenita, no vaya a ser que te caigas.-carcajeó
-Imbécil.-musité, pero sin soltarle, prefería cogerle antes de que me tirara por algún lado.
Después de una hora llegamos al aeropuerto, donde Justin le entregó unos billetes al hombre del coche de antes y se encargó de la moto de Justin.
-¿Lo has cogido todo?-dijo Justin mirándome de arriba abajo
-Si.-dije tajante.
-¿Sabes si tardara mucho tu madre?
De pronto me llegó un mensaje de mi madre….
Abi: Cariño, cogí el vuelo delas 5, siento no haber avisado antes, nos vemos cuando llegues, que vaya bien. Te quiero.
-Ya está de camino.
-¿Qué?
-Vamos, o perderemos el vuelo.
De pronto, cogió mi maleta.
-Puedo yo Justin.-pero no me hizo caso…
Al fin embarcamos, y en 20 minutos ya estábamos de camino a Londres…Londres, me hacía suspirar…mi pequeño Londres…
De pronto noté una cabeza apoyada en mi hombro, la verdad, era demasiado perfecto cuando dormía, sinceramente le amaba…pero ya no podíamos estar juntos…

martes, 10 de junio de 2014

Capitulo 32

Empecé a chillar sin saber porque, con los ojos cerrados. Retorciéndome en la cama.
-Tranquila…-susurraron mientras me  agarraban de los brazos tumbándome nuevamente.
Abrí los ojos despacio, notaba mi mirada algo perdida, no estaba en mi cama, repase esa habitación de un extremo a otro. Hasta llegar a la persona que estaba sentada a mi lado.
-Erik…-dije en un ahogado sollozo. Le abrace con fuerza.
-Tranquila pequeña;-dijo con una ancha sonrisa- mira te e traído unas tostadas con nocilla y un zumo de naranja, si mal no imagino…creo que llevas desde ayer al medio sin probar bocado no es así?
Pues sí la verdad es que sí, desde la comida en el lago con mi familia…; corté mis pensamientos.
-¡MIERDA! –cogí el móvil.  2 mensajes de Justin y 13 llamadas, dos llamadas de Pattie, y entre las de mis amigas…unas 20 más o menos. –Erik, me estarán buscando, habrán llamado a la policía y me estarán buscando por medio continente.-dije histérica.
-Por eso no te preocupes, llamé hace un rato a tu madre, pues tengo su móvil y le informe de que estas bien, que estas conmigo, y como supuse que necesitabas tiempo le dije que estabas durmiendo… ¿Quieres llamarla?
Negué con la cabeza, para seguidamente poder abrazarle y empezar a llorar nuevamente.
-Toma, bebe algo-dijo mientras me entregaba el vaso de zumo.-Cuenta cariño-dijo apartando una he las lágrimas que descendían por mis mejillas.
Le amaba tanto…era tan tierno…lástima que le gustaran los tíos…que si no.
Sin más empecé a explicarle todo, incluso como conocí a Justin, mi padre…lo que hizo mi padre después de que se fuera…las peleas que organizaba los sábados por la noche en distintos locales de Londres etc…
-Joder-musitó.
-Lo sé…
Me levanté de la cama, aún estaba vestida con la misma ropa de ayer. Bajé corriendo al salón y grite a pleno pulmón.
-¡Erik! ¡Te quiero! ¿En una hora o así vuelvo vale?-no dejé que contestara, antes salí corriendo por la puerta. Salí corriendo, la gente me miraba como si fuera una loca. E de decir que estaba recién levantada así que…
Llegué  a mi casa, bueno, era más de Justin ya que yo no pasaba demasiado tiempo en ella, seamos realistas. Aporreé la puerta. Y le oí chillar furioso.
-¿Qué cojones le pasa, eres un gil-se cortó al verme.
Me tiré encima buscando su boca ansiosa, necesitaba despedir su boca…para siempre.
Me retiré despacio, pero él se apresuró a agarrarme por el culo, tirando hacia atrás y dejando caer nuestros cuerpos en el sofá, en este gesto, me puso a horacadas sobre él, despacio, mientras invadía mi boca, movía sus caderas, haciendo que suspirara en cada lento y sensual movimiento.
-Paula…-le miré, tenía los ojos cerrados. Y eso hacía que mi corazón latiera con demasiada fuerza.
-¿Qué?-dije susurrándole en el oído. Tembló ante mi reacción.
- Desnúdate…te deseo. Tengo ganas de ti. Quiero pasar día y noche haciéndote el amor, y repetirte, lo mucho que te necesito.
-Sabes…,a veces no sé quién eres, a veces no sé qué quieres, y haces tan si quiera no sé lo que quiero…; no sé cómo hacerte cambiar de idea, tu sin embargo encuentras lo más fácil…dejarlo todo, no enfrentarte a ello, y no te das cuenta que entre tú y yo 7 vidas no sobran.
Justin. Necesito una vida entera para conocerte, de nacimiento a muerte, para tenerte, beberte a morro, comerte sin cubiertos, con las manos desnudas y verte correrte entre mis sabanas hacer el amor, fuerte, cada vez más fuerte, y todavía más fuerte…quererte. Y que acabes siendo mi mejor mala suerte.
Necesito otras seis vidas, enteras, por si te vas hacer que vuelvas, romper las expectativas y que de vidas, nos sobre cinco más, callar bocas a hipócritas, acabar con bancarrotas, asumir las derrotas y perdernos a tientas por tus sábanas.
Pero ojala que de  siete vidas nos sobren todas, hasta la ropa, hasta las ganas de irnos, que nos falten metas, y que acabemos con poetas, con amor de braguetas, de aquí te pillo y aquí te romo…demostrándote mi amor por ti.-le notaba fijo en mis ojos. Me bajo de encima y se puso de pie frente a mí.
Estire sus brazos y seguidamente le quité la camiseta, tirándola así al suelo. El desabrocho mi pantalón. Y me acercó bruscamente a mí, subió sus manos por el interior de mi camiseta intentando deshacerse de mi sujetador. De pronto, la puerta se abrió.
Justin, fulminó con la mirada a ese chico que acababa de entrar.
-¿Qué pasa, no te enseñaron a llamar a la puerta?-dijo Justin apretándome contra su cuerpo.
Me encantaba esa manera de posesión que tenía conmigo, de dejar ver que yo era suya y él era para mí.
-Bueno de echo yo ya me iba…nos vemos en otro momento.-iba a irme cunado con voz furiosa me llamo la atención.
-Que pasa que no te piensas despedir.
-¿De ti?
-Si.-dijo mirándome directamente a los ojos.
-¿Cómo es tu nombre-me dirigí a ese chico, que supuse que era algún amigo, o algo.
-Ryan.-dijo guiñándome un ojo.
-Encantada Ryan hasta otra.-cerré la puerta y salí del lugar. Paula 1 Justin 0. Era hora de que soportara, sufriera por conseguir algo…era hora de que me dejara escapara para siempre y eligiera, esas peleas y la satisfacción de mi padre al verle sufrir o mi felicidad.
-Señorita, pare quieta ahí y no se mueva- conocía esa voz y me hacia gracia el tono que acababa de usar, es el mismo que cuando era pequeña y usaba para reñirme porque había manchado mi nuevo vestido o algo por el estilo…
Sin mediar palabra me giré y la abracé.
-¿Se puede saber porque no contestaste a ninguna llamada?
-Anoche en mi habitación del hotel, eso parecía un velatorio, tenías a todos llorando, menos a los niños que no les dijimos nada más que habías ido a una fiesta sin decir nada.
-Lo siento…esque.
-¿Justin?
-Como…-me cortó
-Mo paraba de repetir una y otra vez es por mi culpa, como la pase algo, no seré capaz de perdonármelo.
Joder…Justin estuvo realmente mal.
-Lo siento mama.
-Mira, como castigo te vienes conmigo  de shopping nena.
-Me gusta tu nueva forma de castigar mama.
Las dos carcajeamos.
-Primero, quiero ir a-
-Ningún sitio, compramos ropa y te pones lo que quieras.
La mire con los ojos muy abiertos…creo que detrás de tanta felicidad se escondía una muy buena sorpresa.

lunes, 9 de junio de 2014

Capítulo 31


Justin se acercó a mi extrañado por mi gesto.
-¿Quién era?-dijo mirándome a los ojos.
-Nada importante-susurré tirando de su mano, conocía a Justin , era capaz de llevarme donde Cris para que pasara un rato con ellas, y en estos momentos solo necesitaba escaparme a cualquier parte con él. Subí a la moto esperando a que el imitara mi gesto.
Encendió el motor y arrancamos; íbamos por una estrecha carretera, no sabía del todo cierto donde íbamos, directamente no me había dicho nada, y según él me había informado…me invitaba a comer…no de excursión, pero le dejaría hacer. De pronto frenó en seco. Y con los ojos en blanco me pidió que bajara. Qué coño le pasa, está bien, y ahora me trata como si fuera una de la calle, una de esas que te encuentras y las usas para un rato.
Con el paso acelerado me hico un gesto para que le siguiera; iba demasiado rápido, y como no me puedo retener, tuve que sacar la arpía que llevo en mi y decirle cuatro cosas.
-¿Se puede saber qué coño te pasa? Y porque me tratas como si fuera una mierda?-no obtuve respuesta, si no hizo algo que no esperaba…continuó caminando.
Paré en seco y chillé a pleno pulmón.
-Mira si crees que te voy a seguir todo el puto camino, como si no tuviera otra cosa mejor que hacer-vale me acababa de quedar en blanco y no sabía que decirle.
-Es que no la tienes.
-Mira chaval a mí no me vaciles, no sé qué cojones te traes entre manos sabes…pasas de odiarme, echarme de casa, a querer f**** conmigo y ahora de ignorar mi existencia, vamos Justin por dios. Nada de esto es normal. No estamos siendo normales, todo esto se no está yendo de las manos. Tú lo sabes más que a nadie.-eso pareció molestarle ya que paró y retrocedió hacia donde yo me encontraba.-Y no me digas que no. Sabes que es intentar arriesgar tu vida por alguien a quien amas, pensar que vas a ser violada, o vete tú a saber qué coño harían  esos gilipollas conmigo…tampoco sé porque los conoces, ni porque te quieren a ti…Solo sé que tienen algo en nuestra contra y que mi padre está metido en todo esto, sabes? Pensaba que eras algo más astuto, Justin…No pensaba que fueras tan cabron como mi padre y acabaras metido en este mundo…en las putas peleas.
Se enfureció, mis palabras parecieron molestarle demasiado hasta el punto de atravesarme con la mirada…
-Nada de esto estaría pasando si no estuviéramos juntos.
Un fuerte pinchazo dentro de mí.
Intenté coger aire, pero algo oprimía mis pulmones y esta vez no era su cuerpo contra el mío, deseando desnudarme o poseerme, esta vez era dolor.
-Yo no fui la que pedí salir a nadie, yo no te busqué!-conseguí decir con lágrimas en los ojos.
-Tu sola te estas montando esta puta película…solo te traído aquí, porque detrás de esos árboles, te espera tu familia, tu madre, mis hermanos… te teníamos una sorpresa. Ya sabes cómo llegar.
Me sentía gilipollas. Me maldecía una tras otra.
-Justin…-susurré quitándome las lágrimas de los ojos…no quería que me vieran llorar.
Continuó andando, supongo que entendió que no quería que nos vieran por separado o algo por el estilo. Justo  atravesar esa pequeña pineda, había un enorme trozo de césped mullido y un lago, donde junto a él estaba mi madre, Pattie y los niños y mis mejores amigas, Marta venía con su novio, de lo contrario, Cris no venía con  Bruno….era extraño, pero algo me temía que ya no estaban juntos…Y vete tú por donde el acompañante, era alguien conocido para mi, si, Mike.
Saludé a todo el mundo, les dediqué a todos una sonrisa, pero por dentro la puta nostalgia se apoderaba de mi reconcomiendo cada rincón de mi cuerpo.
Después de  una hora con todo el mundo, me giré y vi que Justin estaba apartado de todos al borde del inmenso lago…
-¿Puedo?-dije mientras le miraba.
No contestó.
-Me lo tomaré como un sí- me senté a su lado.-Sabes…siento lo de antes…estoy harta de mentiras, estoy harta, sé que es esto…sé que es el maltrato, sé que son las peleas…y se lo que es morir en ellas, por fuertes golpes…-no me respondía, tan siquiera me miraba, estaba con la mirada perdida.-Justin…-susurré mientras cogía su mano con fuerza.
-Sabes que es darte cuenta que te odio…-dijo por fin apretando aún más fuerte mi mano con la suya.
-Yo…no te entiendo Justin…
-Te odio…por hacer que te ame tanto, tanto hasta el punto de querer pelar por ti, de que si no te tengo muero…
-¿Por eso estas en las peleas verdad?
-No saques más ese tema…-dijo apretando la mandíbula. Le molesta lo sé pero quiero que se dé cuneta.
-Hablaré lo que me dé la gana…te lo sacare las veces que haga falta, para poder sacarte de ese mundo…
-Paula…
-Nada.
-Paula…
-Ni Paula ni ostias Justin. Mi padre me ha jodido mucho y no voy a dejar que-no me dejo acabar, me dio un cálido beso en los labios acabando así estirando de mi labio inferior.
-Paula… no puedo…
-Sí que puedes, soy mayorcita y-nuevamente me cortó.
-Pues si quieres que salga de este mundo…sal tú también de mi vida…y todo habrá acabado…-dijo mirándome a los ojos. Le notaba tan frio…y distante…
-Siempre  buscas la salida más fácil…-me levanté soltando su mano con rabia. Y Arranqué a correr, adentrándome en ese inmenso bosque.
-¡PAULA!- Justin chillaba mi nombre, después de un rato también se unieron las voces de mi familia, e incluso juraría haber escuchado al pequeño Jaxon balbucear mi nombre. Ese gesto me hico reír entre lágrimas que pronto se convirtió en un fuerte grito.
Empecé a andar…bajé por una carretera oscura y sin tránsito. Estaba cansada, todo estaba tan oscuro, parecía la boca de un lobo, que por parte me gustaría que me engullera para no volver a salir jamás. De pronto a lo lejos, vi unos focos que hicieron que mis ojos se cerraran de golpe…El coche paró justo a mi lado, alguien que no logré ver demasiado bien me cogió en brazos, para seguidamente meterme en la parte trasera del coche.
Una voz, masculina pero dulce dijo en voz baja…
-Descansa pequeña princesa mañana será otro día…

domingo, 8 de junio de 2014

Capitulo 30


Me dolía la mejilla, acerqué mi mano y la pasé con delicadeza.
-Escuece-susurré reprimiendo mis lágrimas.
Abrí los ojos y me giré. Justin se encontraba al otro lado de la cama. Asustada levanté las sábanas. Mis ojos se dilataron al ver que tan solo llevaba una prenda…mis bragas.
-¿Justin?-dije asomándome para ver si estaba despierto. Nada…
Me incorporé en la cama, tapada por la sabana. Cogí una de las gomas de pelo que tenía n mi muñeca y me hice una cola alta.
Le miré, estaba tan guapo…
-¿Por qué haces esto Justin?-susurré, mientras dejaba caer una tímida lagrima.
Al momento, se movió girándose hacia mí. Abrió poco a poco los ojos y se quedó fijo mirando mis ojos.
-¿Qué?-dije seria
-¿Cómo has dormido?
-Bien…supongo. Oye anoche…
-¿Anoche qué?
-Justin estoy desnuda.
-¿Y?-dijo sorprendido.
-En tu cama.
Carcajeó haciendo que su ronca risa, retumbara entre esas cuatro paredes.
-¿De qué te ríes Justin?
-Paula, tu te entregaste a mí.
-¿¡Anoche?!
-Me lo pediste tu…-dijo levantándose, estaba completamente desnudo.
-¡Justin!
-¿Qué?-dijo mientras se ponía unos bóxers.
No conseguí articular palabra…todo era tan extraño…pasábamos de odiarnos a desearnos.
Se acercó a la cama.
-Ven.
-No.
-Ven.
-He dicho que no Justin.
-Paula.-dijo con una voz ronca y furiosa.
Me acerqué obedeciendo, me puse colorada…estaba semidesnuda ante él y encima notaba sus ojos completamente clavados en mí.
Mis mejillas se ruborizaron. Estaba justo enfrente de él de rodillas en la cama. Con su dedo índice, subió mi cabeza cogiéndome de la barbilla.
Atrapó mi labio inferior tirando suavemente de él. Poco a poco se dejó caer sobre mí, haciendo así que mi cuerpo cayera hacia atrás. En un gesto rápido y grutesco, hice que él quedara debajo; ese gesto apreció hacerle mucha gracia, sonrió sobre mis labios.
-Pequeña…-dijo empujándome hacia él cogiéndome fuerte del culo. Eso me hizo suspirar.-…sobre lo de anoche…no tienes por qué preocuparte…no pasó nada.-dijo atrapando nuevamente mis labios.
Al momento tuve un pinchazo en mi interior… y me acordé de las palabras de aquel tío…
<<Está en el mundo de las pelas…->>
Justin se incorporó quedándome yo así  cogida en brazos por él.
Enredé mis piernas alrededor de su estrecha cintura. Él puso su mano en mi espalda pegando así nuestros cuerpos. Me separé y él gruñó.
-¿Qué pasa?-dijo dejándome en el suelo.
-Nada…-dije nerviosa, hacía mucho que no me encontraba desnuda ante él…
Me rodeó y entró en el baño, cerrando la puerta…
Entré algo enfadada dentro del baño y el pareció molestarse ante mi acción.
-¿Qué haces?-dijo
- ¿Porque eres así?¿ Porque me besas y luego te vas de esta manera tan fría? Me voy a vestir…y me voy.-fui a abrir la puerta pero él fue más hábil y estiro fuerte de mi brazo dejándome caer sobre su cuerpo desnudo.
Necesitaba, estar así con él. M e atrevería a decir que necesitaba más de él…Necesitaba que me dominara…
Me dio un pequeño beso mojado sobre los labios, bajó una de sus manos a l borde de mis braguitas, para arrancármelas de golpe, y estirando de mi para meterme con él en la ducha.
Empezó a besarme con desespero…buscaba más de mí y yo estaba dispuesta a entregarle lo que me pedía. Me cogió a peso y yo enrollé mis piernas en su musculado cuerpo. Con cuidado me apoyó sobre la pared, y acortando las distancias. Me mordió en la clavícula, haciendo así en un ligero gemido saliera de mi boca…
-Justin…-sentía ese morbo por mi cuerpo, necesitaba que él estuviera en mí ya…
Pareció haberme entendido…
-Mírame-dijo con voz muy ronca. Asentí con la cabeza.-Te quiero…-después de esto. Noté una envestida hacia mí. Un dentro fuera constante, hacía que me estremeciera, pero esta vez no era miedo…era placer. Echaba de menos ese contacto entré él y yo, poder volar y tocar el cielo en cuestión de segundos… Nuestros cuerpos se deseaban, necesitaban ese contacto…Por mucho que nos peleáramos, siempre teníamos esa necesidad de volver a estar juntos y buscar ese calor en el otro. De pronto una envestida fuerte. Que me hizo suspirar y a él soltar un grave gemido.
-Justin…-dije con la respiración entrecortada-…no me dejes ir jamás.
Otra envestida…y poco a poco me dejo en el suelo para meterme entre sus brazos, y quedarme pequeñita entré ese musculado cuerpo…
-Jamás…jamás perdonaría la idea de perderte…y pensar que tu dueño no soy yo…
Esas palabras me hicieron reaccionar de manera brusca mordiéndole el labio inferior y tirando de él con fuerza.
Salí de la ducha dejándole con ganas de algo más…enrollé una toalla en mi cuerpo y dejé mi cabello caer hacia un lado. Él salió justo detrás de mí y se puso otra toalla. Me abrazo con ganas por la espalda.
-¿Quieres que te invite a comer?-dijo con un suave susurro en mi oreja. Asentí con la cabeza y salí de la habitación para poder cambiarme. Cogí unos tejanos algo rotos y una camiseta de tirantes de guns ‘n roses que dejaba al descubierto mi ombligo. Sequé algo mi pelo y luego le cepillé, dejaría que se secara solo.
Justin se puso una camiseta de tirantes blanca y unos tejanos cortos.
-¿Estas?-dijo mientras me acababa de maquillar un poco.
-Si.
Me cogió de la mano y entramos en el garaje, iríamos en moto.
Me entregó un casco y su chupa de cuero…
De pronto mi móvil empezó a sonar….era Cris. Colgué, no tenía ganas  de malgastar un día que podía pasar a solas con Justin, tenía la necesidad de poder estar con él.

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Hola querid@s lector@s <3. Deciros que estoy super contenta, cada vez hay mas gente que me lee y eso me motiva mucho mas a seguir escribiendo.
También siento que este capitulo no sea tan largo como los otros, pero le he echo algo intenso :3, estoy en semana de examenes y me era un poco complicado poder escribir, pero dentro de poco, llegaré con otro capitulo, todavia más cargado de mas emociones y nuevas sorpresas.
Y por ultimo...Tengo una cuenta en wattpad; me llamo smokesmiles, seguirme, si quereis. Allí tambien estoy subiendo esta misma novela, alli podreis votar y comentar, os agradeceria que comentarais. Un besito a tod@ mis querid@ lectores.<3

sábado, 24 de mayo de 2014

Capítulo 29


-Cielo, ¿Te encuentras bien?-dijo Erik mirándome a los ojos.
-Si…solo que necesito ir a tomar el aire, empieza a haber mucha gente-dije mirando hacia todos lados para ver si Justin me observaba.
-Claro-se levantó y espero a que yo hiciera lo mismo.
Cogí mi bolso y anduve a su lado.
Pero justo cuando íbamos a salir por la puerta, alguien consiguió llegar a ella antes.
Me miró a los ojos. A pesar de que llevaba el rostro tapado, reconocería esos ojos en cualquier parte. Esos que me tenían totalmente, enloquecida.
Aguanto la mirada con la mía durante 5 segundos, los más largos de mi vida.
-¿Estas bien?-dijo Erik tocándome el hombro
-S-si-balbuceé.
-Paula, tengo el coche en el parking público de aquí abajo, me esperas aquí?
-Si-dije mirando al suelo.
-¡Justin por dios para!-era la voz de una chica, y al escuchar ese nombre me giré inconscientemente.
Era aquella chica de pelo negro, pude ver como la cogió por la cintura y la apoyó sobre la pared, acercándose así más a ella y acortando distancias entre los cuerpos de ambos.
Él hundió su cara en el cuello de ella.
Noté unos fuertes pinchazos en mí, empezaba a faltar el aire, buscaba a mi alrededor a alguien, pero me fue en vano. Me estaba ahogando.  Me escocían los ojos, las lágrimas estaban nuevamente recorriendo mis mejillas… Sentí ganas de ir, y reventar a esa tía. Odiaba a Justin como a nadie.
Empecé a andar poco a poco, sin rumbo, perdida.
Encontré un callejón, decidí adentrarme, sentarme. Apreté mis manos contra mis ojos, provocándome así un dolor horrible. Chillé, chillé con todas mis ganas.
-JODER!-me apoyé contra un muro, todo lleno así de grafitis.
-Nunca había escuchado a alguien chillar con tantas ganas. –dijo un chico, dejándose caer a mi lado.-¿Quieres?-dijo este dándome un cigarrillo.
-No fumo, gracias.
-Va bien…para olvidar el dolor.
Ahora entendía a Justin cuando fumaba un cigarrillo cada vez que tenía un problema, cosa que no me gusta, se acortaba la vida con cada calada.
Miré al chico, llevaba una dilatación negra en la oreja, iba vestido con una chupa de cuero…me recordó a Justin.
-¿Qué nombre se esconde detrás de una chica tan…diferente?-dijo ese misterioso chico ahuyentando mis pensamientos.
-Paula. ¿Diferente?-dije mirando cómo le daba la tercera o cuarta calada a su cigarrillo que se consumía cada vez más.
-Mi nombre es Mike. Si, tienes algo que te hace distinta. ¿Por qué lloras?-dijo mirándome a los ojos.
Tenía unos ojos negros enormes, eran muy bonitos, transmitían frialdad, y misterio, eso le hacía tremendamente atractivo.
-Gracias, supongo…-no le contesté a la siguiente pregunta, de lo contrario le arrebaté ese cigarrillo y le dí una calada. Era la primera vez, que lo hacía, solo lo había visto en los labios de Justin y ahora yo repetía esa misma escena…Expulse el humo, creando una pequeña nube.
-¿Es la primera vez?
-¿Cómo dices?-dije dando otra calada, eso me empezaba a tranquilizar de alguna manera u otra.
-¿SI es la primera vez que fumas?
-Sí.
-Pues para ser la primera vez no está nada mal.-carcajeó
Me contagió, tenía una risa grave, al igual que su voz. Era atractiva.
-¿Eres de aquí? -me dijo arrebatándome ahora el  cigarrillo y acercándoselo a su boca de una manera bastante sexy.
-No, yo soy de Londres. Tan solo llevo aquí unos días…
-¿Y has venido tu sola?
-No-dije algo temblorosa.
De pronto sonó mi móvil, era un mensaje de Erik. Mierda Erik. Joder le había dejado tirado.

*SMS de Erik*
Paula se puede saber dónde estás? Joder me tienes preocupado llevo 10 minutos, por ahí. Porque no te has esperado? Contesta me tienes preocupado.

*SMS* Paula*
Lo siento, ande  un poco me encontraba algo mal, ahora vuelvo, sigues ahí?

*SMS Erik*
Si. Hasta ahora.

Creo que se había enfadado, era normal, no le dije nada, me fui sin más todo por culpa de Justin.
-Me tengo que ir…encantada. Ya nos veremos…
-¿Te acompaño?-dijo tirando el cigarrillo aun algo encendido.
-No hace falta gracias.
-Hasta otra, Paula.
-Si hasta otra Mike.
Me puse en pie y con el paso acelerado bajé unas dos calles, hasta ver a Erik de espaldas.
Le toqué la espalda alarmándole así.
-Joder Paula me tenías preocupado.
-Lo siento…
-Joder!
-¿Qué?-pregunté asustada.
-Donde has estado, vaya peste echas maja.
Carcajeé fuerte.
-Lo siento, culpa mía.
-Ese tal Justin, te está volviendo una chica dura no crees?
-Por favor no hablemos de él ahora. Además lo e echo para olvidarme de todo por unos instantes…
Carcajeó y me hizo una señal para indicarme que subiera a su coche.
-¿Dónde vives?
-En el número 34.
-Pues es ese de allí no?
-Si. Oye gracias, te echaba de menos, me ha gustado poder estar contigo.
-Gracias cielo y ya me presentaras al guapetón de Justin, que si esta bueno a lo mejor te lo quito y todo.
Me entró la risa, Erik era increíble.
-Adiós-dije cerrando la puerta del coche. Cogí aire y llame a la puerta.
-Si?-dijo Cris.
-Abre anda.
Abrió la puerta enseguida, acto seguido me abrazo. Estaba segura que Berta les había explicado todo.
No me dirigieron la palabra, tan solo subí a la planta de arriba buscándome asi alguna habitación donde poder alojarme.
Cogí una con las paredes grises, tenía una gran ventana, eso me gustaba.
De pronto mi móvil vibró.

*SMS número oculto*
A las 11:30 en el lago dos calles más arriba de dónde vives.
Si no acudes, más de una de las personas que amas, sufrirá las consecuencias.

Mierda, estaba segura de que estaba relacionado con Justin.

*SMS número oculto*
A por cierto, ven sola.

Mire el reloj eran las ocho…dormiría un rato hasta la hora…
Me tumbé en la cama e instantes más tardes me quedé dormida.

Me desvelé gritando. No sé porque, solo sé que me dolía el pecho.
Miré la pantalla del móvil, mierda. Las 11:15, me quedaba un cuarto de hora.

Bajé las escaleras, con cuidado, supuse que las demás estaban durmiendo, cogí las llaves y salí y empecé a correr. Iba a llegar tarde igual.
Con la respiración al límite, llegué al lago, era un gran parque, lleno de vegetación.
Miré a mi alrededor, no vi a nadie. Se habrían ido…
-Hola guapa.-me cogieron por la cintura, desde atrás.
-Suéltame.-dije seca
-Sabes  cielo. Tú querido Justin te quiere mucho. Hasta el punto de poder perder la vida.
¿Que estaba insinuando? Me estaba poniendo nerviosa. Todo esto estaba siendo una mierda.
Donde estaba Justin.
-¿Qué quieres decir?-dije mirando al suelo y tragando saliva.
-Ais cariño…Es fácil de ganarle a tu chico duro e.
-Déjale en paz, no le hagas, daño, haré todo lo que quieras.
-Ya has hecho mucho.-me pegó una bofetada. Dolía mucho. Me quedé de rodillas enfrente de él.
-¿Qué coño le habéis hecho?
-Justin ahora, trabajara para mí…será un gran luchador.
¿Acababa de decir luchador? No me tenía en pie, no podía levantarme.
El musculado hombre que tenía ante mi hizo un gesto, y de la nada empezaron a salir chicos.
Uno me cogió en volandas mientras otro se acercaba a mí a tocarme por donde quería, esto estaba siendo una mierda…ahora no tenía a mi chico duro aquí conmigo, aquel que me salvaba de todas…que estaba siempre a mi lado. Ahora estaría, dándole placer a otras…

Al momento, caí al suelo. Me di un fuerte golpe. Pero al mirar a mi alrededor. Todos esos tíos, estaban tirados en el suelo.
Me cogieron como si de un saco de patatas se tratase. Andamos unos metros y me bajaron apoyándome en un árbol, poco a poco sentía una presión sobre mí, era  un cuerpo musculado sobre el mío.
-¿Qué coño haces?-me subió los brazos por encima de mi cabeza y aprisionó mis muñecas contra el árbol. Entreabrí los ojos, podía ver muy bien su rostro, todo me daba vueltas, cada vez le tenía más cerca, hasta el punto que mis labios y los de ese desconocido que todavía no había podido percibir, se entrelazaron con desespero… Eso desencadeno un ligero movimiento de caderas entre los dos, un ligero suspiro se escapó de mi boca...Su boca desprendía un ligero sabor a nicotina…, presionó más fuerte su cuerpo contra el mío y esta vez el suspiro fue de él…
-Paula-dijo con la voz ronca.-Ven.-me cogió a horcadas, yo entrelacé mis piernas en su estrecha cintura. Apoyé mi cabeza en su hombro, llegamos a una gran moto negra. Y me bajó.
Por fin le pude mirar a los ojos.
-Ponte el casco-dijo entregándomelo.
-Just-me puso su dedo índice sobre los labios
-Cállate, sube a la moto.
Le hice caso, no dije nada, subí atrás como de costumbre y enrollé mis brazos en su cintura.
Pegándome bien contra ese cuerpo que llevaba días extrañando…
Paró en seco. Llegamos a casa, me ayudo a bajar, y entramos en casa, sin encender ninguna luz, subimos a la planta de arriba. A nuestra habitación.
Me tumbó en la cama y se puso encima mío dejándose caer, pero sin dejar todo el peso.
Me besó sobre la mejilla. Me quejé al instante.
-Tienes un arañazo, se que te duele, ahora vengo.
Entró en el baño, y antes de que saliera…el cansancio pudo comigo.

lunes, 21 de abril de 2014

Capítulo 28

Giré sobre mis talones, era un hombre corpulento, del mismo parecer que los de la noche anterior, aquellos que no hicieron nada más que reírle las gracias a su querido y posible jefe…

-¿Qué, coño quieres?-dije apretando fuerte el mango de mi maleta.
-¡No me hables así!-se acercó bruscamente a mi.-¿Qué hacías en casa con Justin?
-¿Y a ti que mierda te importa?-le pegué un puñetazo en el vientre, por su culpa  me estaban alejando de la persona que más amaba…
Me agarró bruscamente del pelo, acercándome así cerca de su marcada tez, quizás por peleas, golpes, etc.
-Zorra-susurró
-Capullo-susurré yo.-No toques ni un pelo a Justin o te arrepentirás toda tu put-me cortó
-Cariño-acercó su boca a el lóbulo de mi oreja.-Deja de gruñir como una gatita en celo, sé que en el fondo te gusta jugar…-se relamió los labios, cosa que hizo estremecerme de asco y angustia.
Le puse el dedo en los labios, acto seguido me acerco por la cintura empujándome hacia el con su enorme mano…
-Cariño-dije en tono seductor. –¿Sabes?-le miré a los ojos, esos enormes ojos verdes.-¿Tienes ganas de jugar?-asintió como un crio, cuando le preguntas si quiere un caramelo.-Se donde puedes divertirte…dos calles más abajo, sabes? Ahí cerquita tienes un local de gatas en celo… pásatelo bien.-Le empujé y retomé nuevamente mi maleta subiendo las calles hasta llegar a casa de mis mejores amigas. Piqué en la puerta y unas risas se escucharon en el interior. Abrieron la puerta y no era ninguna de las dos, era una chavalita un tanto ms joven que yo.
-Hola, aquí no vive Marta y Cris?-me miró y dijo << espera JANETE ahora te llamo>>
-Hola, si pero salieron a dar una vuelta, me dijeron que no volverían hasta media tarde, y a mí me han contratado para limpiar un poco.
-Ah , está bien, me gustaría que dejaras esto en el salón por favor.-Le entregué la maleta y me di media vuelta.
Bajé la calle de esa gran urbanización y a lo lejos vi a un chico con unos andares muy `peculiares, y que por supuesto yo conocía, pero no iba solo. Era una chica, era morena, tenía el pelo de un color negro como el carbón.
Decidí acelerar el paso, haciendo asi notar mi presencia. Y así fue, miré a la chica. No la conocía, no sabía quién era, pero lo que si pude ver es como Justin la giró dándola un bamboleo, y acercándola como hacia conmigo cuando deseaba besarme. Sin pensarlo dos veces, se acercó y rápidamente se aferró a los labios de la morena.

Me acerqué rápidamente, yo también se jugar.
-Hola!!!!!-dije con entusiasmo.
La chica se retiró de los labios del que era mi novio.
-Hola-dijo con una ancha sonrisa. Tenía unos ojos marrones preciosos, me recordaban a los de alguien, de inmediato miré a Justin, tenían una cierta semejanza.
-¿Qué dando un paseo?-pregunté como si nada me pasase, tenía que guardar la compostura.
-Si, aquí que mi primo le parece haber dado algo raro.-carcajeó
Justin se rascó la nuca, y la agarró por la cintura, como hacia conmigo para demostrar que era de su posesión.
Me acerqué pícaramente y le susurré algo a Justin…
-Y pensar que no te iban las crías, veo que te dan mucho morbo no?-susurré cerrando así los ojos.- Justin, si has de tirarte a alguien…que no sea tu prima…porque yo también se jugar a esto-dije escupiendo las últimas palabras.
Me miró tenso. Eso no le hizo mucha gracia. Pero no medio palabra.
-Bueno continuare con mi paseo, que paséis un buen día!!-me despedí saludando con la mano.
Entré en una de las tiendas, y me dirigí a un alto estante. Una de las camisetas que había, me llamaba mucho la atención.
-Buenos días señorita, puedo ayudarla en algo?-dijo una voz masculina pero a la vez dulce.
Me giré y quede boquiabierta al ver quien era.

*Flash back*

-Cumpleaños feliz te deseamos todos…cumpleaños feliz!! Felices 5 añitos.-dijo Erik
-Gracias, eres el mejor amigo que se puede tener.
-Paula, tengo que contarte un secreto. Vamos a nuestro sitio secreto, te echo una carrera.
-Ganaré yo!!!-carcajeé
Llegamos a nuestra casita de árbol, me cogió las manos y me soltó así el secreto.
-Paula, no quiero que te rías por favor.
-¿Qué pasa?-estaba asustada.
-Siento cierta atracción por los chicos. Soy…
Le miré, sentía alegría tenía un amigo… si bueno eso un amigo especial.
-Erik! ¿Como quieres que me ría? Eso es genial, la gente que no te quiera no lo aceptara pero yo si. No te preocupes tu secreto quedará totalmente guardado.
-Gracias. Y ahora te tengo que decir algo… me voy a vivir a Nueva York…-me abrazó y bajo las escaleras de esa coqueta casita de árbol, marchándose así con su madre. Esta vez para marcharse y no volver.

*Fin del Flash back*

-Erik-susurré
-¿Nos conocemos?-dijo elevando una ceja.
-Lo siento me debo haber equivocado…-me giré casi con lágrimas en los ojos.
-Te echo una carrera a nuestro sitio secreto cumpleañera.
Me giré y rápidamente le abracé.
-Pequeña-me besó en la cabeza.
-Te he echado tantísimo de menos…
-Y yo pequeña y yo…Que haces por aquí?
-¿Tienes un rato libre?
-¿Qué hora es?-miré mi reloj y le dije la hora rápidamente
-Las dos-
-Perfecto. Te invito a comer.
-Enserio?
-Si venga, tenemos que ponernos al día.
Salimos de esa tienda y andamos unos metros hasta llegar a un coqueto restaurante.
Me cedió paso, enseguida nos atendieron y nos dieron lugar para poder comer.
Nos tomaron nota y en 10 minutos estaba todo listo.
-Bueno cuéntame…que tal con tu vida de NEWYORQUINO?-puse morritos.
Carcajeó y empezamos hablar, tocamos todos los temas, le conté hasta lo de Justin y lo que me pasaba en estos momentos, el como siempre estaba dispuesto a ayudarme.
De pronto vi en la cristalera como una morena conocida estaba apoyada y al lado un chico con capucha, estaba segura de que era Justin así que cariñosamente le cogí la mano a Erik, con él tampoco podía entrar mucho, yo no soy de su tipo…
Miré nuevamente a la cristalera, solo estaba la morena, el ya no…
¿Dónde esta? ¿Habría entrado? ¿Se habría enfadado?


domingo, 20 de abril de 2014

Capítulo 27

Una mano se posó en mi hombro alertándome y haciendo así que esa libreta cayera al suelo.
-¿Estas bien?-preguntó una chica pelirroja.
-S-s-si…-conseguí decir después de tartamudear en ese sí.
Me miró algo confusa y entró en una de las oficinas.
-¡¿Berta?!
-¿Dime cielo?
-¿Puedo irme?
-Paula, tan solo es la una del mediodía, tienes que fichar y tu turno, más bien nuestro turno acaba dentro de media hora…
-Berta no te lo pediría si no fuera urgente…
-Está bien fichare yo por ti… pero piensa que me puedo jugar mucho…
-Si preguntan por mi les dices que tuve una urgencia, tú ya me avisaste pero no te hice caso… suavizara las cosas en tu puesto créeme.
-Está bien, venga ves…
Dicho esto, salí corriendo, pues todavía tenía las llaves de nuestra casa…y con nuestra me refería a la de Justin y mía.
Puse la llave en la cerradura, 1…2…3 vueltas me hicieron falta para abrir la puerta de mi casa.
Cerré la puerta de un portazo para que se hiciera notar mi presencia.
Dos hombres se giraron, apartándose a su vez y dejando entre ver el rostro sangriento de Justin.
De pronto pasaron por mi lado sin decir nada y dejando un fuerte ruido al cerrar la puerta…
-Justin…-susurré.
Qué coño estaba pasando, porque todo esto de repente sin saber nada, sin quererlo apenas.
Me acerqué un tanto en shock y abracé a Justin.
-¿Que has venido a hacer? Te dije que te alejaras.
-Si no hubiera venido te hubieran matado.-dije mirando su ceja medio partida.
-Mira…no sé qué hubiera pasado si no hubieras venido pero si se que va a pasar si no te vas.
-¿Qué?-me atreví a preguntar.
-Que me joderas de por vida…
No entendía, le miraba confusa.
-Que te vayas, que no quiero verte nunca…jamás.
Con lágrimas en los ojos me levanté tirando esa silla en la que estaba sentada al suelo.
-Tranquilo, ya me iba de echo tengo que ir a un callejón que hay tres avenidas más abajo…
-¿Paula… vas a ir?
-¿Te importa? Ya no somos nada, recuerdas?
-Paula, por última vez hazme caso y no vayas…
-¿Justin?
-¿Qué?-dijo ahogando la última letra en un gemido por el dolo que le causaban todas sus heridas.
-¿Quieres protegerme?-dije con un gran nudo en la garganta.
-Tan solo quiero que no vayas.-dijo seco.
-Yo quería que tu  no te fueras nunca, jamás y lo hiciste…
Cerré la puerta de un portazo y bajé calle abajo ahogando esos dolorosos llantos que minutos antes me había causado por ver a Justin así y por la situación que se estaba dando.
Pero algo me decía, que ir a donde me habían indicado tenia algo que ver con Justin y no me equivocaba, llegué a la dirección.
-He visto que te las has apañado tu sola-dijo Rubén. A su lado estaban los dos tipos que minutos antes habían pegado o no a Justin.
-¿Qué coño quieres? Pégame a mi si tiene cojones, deja a Justin en paz, el no te ha hecho nada.
-Si…llevarse algo importante para tu padre…y para mí.
-Tu eres un gilipollas. Lo nuestro paso hace mucho tiempo y todo porque tu quisiste. Y  mi padre no tiene excusa para querer verme después de 18 años…
-Tu madre no le dejó…es una acaparadora, como Justin está siendo contigo.
Sin pensarlo le metí un puñetazo a Rubén, el me cogió de la muñeca y me apoyó fuerte contra la pared apretando así al mismo tiempo mis muñecas, estaba presionando demasiado fuerte…
-No vuelvas a hacerlo o te juro que pagara mucha gente con tus consecuencias.
Me retorcí en su agarre pegando así un cabezazo contra su cabeza. Este se retiró del dolor y sin más me pego una ostia en el pómulo.
Así caí al suelo, desvanecida, acababa de ser agredida por una persona a la que odiaba desde hace mucho tiempo.

Abrí los ojos…no se cuánto tiempo había pasado, solo sabía que yo llegué a las 2 del mediodía y era de noche ahora mismo.
Me levanté medio tambaleándome. Estaba algo mareada, emprendí camino hacia casa, abrí la puerta como pude y cuando estuve dentro miré a mi derecha estaba Justin, junto a la mesa.
-Lo siento…-caí a plomo en el suelo.



*7:45 de la mañana*

Estaba en una cama, miré a mi alrededor. Lo único que recordaba es que caí al suelo…después todo es negro…
-Hola-dijo seco.
Justin estaba en el marco de la puerta.
-¿Por qué no me hiciste caso?
-¿Por qué no me dijiste que te habían obligado?-dije incorporándome.
-No sé de qué me hablas cría.
Cría? Me acababa de llamar cría, para el era una cría?
-¿Rubén te suena?
-Haber si te queda claro, de que me das igual, de fuiste un pasa tiempo nena y que fue fantástico tu regalo-dijo en tono grosero y guiñándome un ojo.
-Si…un pasa tiempo. Que aún quieres?
-Hombre…si quieres venirte una noche y hacerme compañía. Vístete y vete… no quiero que vean que soy dueño o piensen que tengo dueña…porque no la tengo…-cerró la puerta y oí como bajaba las escaleras. Cogí unos vaqueros pitillo unas bambas converse blancas y una sudadera blanca. Bajé a la cocina y tomé una barrita energética, subí arriba y en 20 minutos tenía mi maleta echa nuevamente.
-¿A dónde vas?-dijo cogiéndome por el brazo.
-No quiero molestar, mientras te fol-me cortó
-¿Estas celosa?
-¿Y tu que pasa? ¿Que no quieres que me vaya?
-No-se tensó, pude notarlo, le conocía demasiado bien.
-Pues suéltame el brazo.-abrí la puerta y me dirigí tres calles más arriba, en concreto a casa de Cris y Marta, tenía demasiadas cosas que contarlas.

-EH! Tu!-dijo una voz masculina justo detrás de mí.

domingo, 2 de marzo de 2014

Capítulo 26


Era ella, no podía creer que estuviera aquí, delante mío...
-Demi!!!!-chilló Marta a pleno pulmón
-Hola-dijo con una anchísima sonrisa.-¿Qué tal chicas?-se acercó hasta a mí y me miro de arriba abajo, me estaba poniendo muy nerviosa…delante mío…ante mis ojos la perfectísima idola que jamás una pueda tener.
 -Pequeña como es tu nombre?-dijo ella apartando un mechón de mi cara y escondiéndolo detrás de mi oreja
-Paula, estoy tan feliz de haberte podido conocer eras como un sueño tú me enseñaste a ser siempre fuerte Demi.
Carcajeó dejando ver una parte d su perfecta dentadura. Qué guapa era cuando sonreía.
-De nada cielo-nos observó a la tres, estábamos heladas, esto estaba siendo uno de otros muchos sueños cumplidos.
-Paula-llamo mi atención al ver que se ponía algo mas seria.-Estoy trabajando en un nuevo reportaje…y me preguntaba si tu…querrías venir ha hacerte unas fotos conmigo como modelo te apetecería?-hizo una pausa esperando una respuesta pero yo estaba anonada, me acabab de pedir ser su modelo?-De echo hay dos chicas mas pero…necesito una tercera y tu eres ideal, das la talla-me guiñó un ojo.
Sin dudar la contesté.
-Estas segura? Yo no se nada sobre bueno…he hecho fotos a alguna que otra modelo, cuando estudié fotografía pero de modelo no he hecho jamás.
-No te preocupes.
-Si, vale. Acepto, pero podré hacerte alguna foto…ya sabes para el recuerdo y eso…
-Sin ningún problema.
Al sentir todo aquello Cris y Marta saltaron encima de mi, me abrazaron como si no hubiera haber un mañana.


(*)
Llevábamos 2 semanas allí todo estaba siendo estupendo, mañana iría con Demi hacer unas fotos, joder tenía muchas ganas. Pero…y si las chicas, vamos mis compañeras eran mejores que yo… y si no me acogían bien?
Bueno de eso me ocuparía mañana, mientras me ocuparía de abrazar a Justin y dormir juntos toda la noche. El era mi mayor adicción, el motivo por el que seguir respirando…

7:30 marcaba mi móvil acompañada de una dulce melodía…
Me estiré suavemente, retirando el brazo de Justin que estaba enroscado en mi cintura, toqué el suelo con los pies.
-Joder- susurré, estaba muy frio, de un salto entré en el baño y encendí el grifo de la ducha dejando que el agua de esta se fuera templando. Una vez estaba listo, entré y estuve durante 20 minutos debajo de esa agua que tanto me relajaba. Cogí un par de toallas, una la enrosqué en mi cabello y la otra en mi mojado cuerpo. Salí a la habitación, iría a por la ropa interior. Vi que Justin no estaba, así que  decidí salir de la habitación y entrar en el enorme salón, la casa que Justin había comprado era gigante, quizás demasiado para solo dos personas… Le vi recostado en el sofá viendo la tele.
-Buenos días-dije nerviosa.
Me observó sin intercambiar palabra.
-Hola cariño. ¿Qué tal has dormido?
-Bien, algo nerviosa. Cada vez lo estoy mas.. dentro de una hora estare con Demi delante de muchos focos y grandes objetivos apuntándome como si de matarme se tratase.
Carcajeó logrando así contagiarme a mi también.

-Tranquila no es para tanto princesa.
-Eso espero. –pausé-Subiré a cambiarme…
-No te arregles mucho.. allí te vestirán, no te preocupes por tu imagen, todo el mundo entra muy normal, te lo digo por experiencia.
-Entonces iré en pijama-bromeé
Subí las escaleras, para nuevamente entré en nuestro dormitorio, abrí el gran armario y saque un pantalón negro ajustado, con una ancha sudadera roja… de echo era de Justin para variar…
Me puse mis converses negras y entré en el baño para coger un coletero y así hacerme una trenza de lado. Bajé las escaleras de dos en dos, entré en la cocina y cogí una manzana, la metí en mi bolso y cogí mi móvil de encima de la mesa de la cocina.
-Justin!-chillé desde la cocina-Me voy te quiero.
-Te acompaño? No tengo nada que hacer.
-No te preocupes iré andando quiero estirar la piernas y despejarme, si no me dormiré a mitad de sesión-le guiñé un ojo. Te quiero!-dije cerrando la puerta detrás de mi.
Tomé la calle de la izquierda, tardaría un poco mas pero, podría ir mirando los distintos escaparates que esta calle tenia.
De pronto me paré delante de un escaparate muy iluminado, quedé embobada al ver aquel precioso vestido azul. Yo no era muy elegante a la hora de vestir pero aquel vestido era demasiado heavy. No podía dejarlo escapar.
-¿Bonito verdad?-dijo una voz masculina detrás de mi. Puso su mano sobre mi hombro alarmándome. Me giré lentamente, estaba por darme un patatús… Que demonios hacia el aquí.
-Rubén…-susurré.-¿Qué haces aquí? En nueva york.
-Me mudé aquí por una temporada, tengo trabajo durante 6 meses y no dudé en venir. Fue casualidad pero te vi de lejos y no dudé en venirte a saludar.
-Si…-dije con la mirada perdida.
Pensaba que había dejado todo mi pasado atrás que ahora comenzaría una nueva vida y sin embargo el estaría aquí durante medio año… Algo me decía dentro de mi que esto no acabaría muy bien.
-Bueno a dónde ibas?
-A trabajar…-que acababa de decir, tan solo iba a hacerme unas fotos, todavía no trabajaba con nadie…
-¿Te acompaño?
-No!
-Porque sigues comportándote así conmigo-pausó-ojazos. Me acerqué bruscamente enfrenté de el, aquello me encendió, así me llamaba cuando decía que yo era la única en su miserable vida. Quizás la única que aguantaba sus mentiras, sus borracheras y algún que otro puñetazo cuando iba totalmente ebrio.
-No me llames así! Vete de aquí y haz como si no me hubieras visto, ya no eres nada para mi me oyes. Me dio lastima tu accidente, pero ahora ya estás bien, y no te veo de fiar, mi confianza a ti se fue hace tiempo.
-Te asombrarías de lo que he cambiado ojaz-se cortó a si mismo mientras yo le atravesaba con la mirada-Paula.
-No te creo, sigues siendo el mismo carbón de siempre. Ahora si me disculpas me voy.
Ni si quiera me despedí, solo oí su asquerosa y maléfica risa.
-Te arrepentirás de haberme encontrado y sobre todo de haberme abandonado e irte con el primer mierdas que encontraste por la calle.-siguió carcajeando.
Tenía ganas de ir y golpearle, Justin no era ningún mierdas, él no me engañaría con ninguna otra.
Después de 20 minutos caminando llegué a una gran puerta que parecía de garaje, un chico grande y musculado me hizo una seña para que entrara, después de entrar cerró y me indico por un largo pasillo. Llegue a un gran salón, lleno de fotógrafos, modelos y entre ellas allí, estaba mi diosa, mi idola, sin dudarlo me acerqué a ella. Vi como hacia un gesto y dos chicas más se acercaban a mí decididas.
-Hola preciosa-dijo dándome dos besos, yo la correspondí.
-Hola-dije reparando en aquél inmenso lugar.
-Berta, Elisenda… esta es Paula vuestra nueva compañera.
-Hola!!!-dijo una de las chicas. Me abrazó con fuerza, era una chicas de mi misma estatura, tenia el pelo muy oscuro, eran del mismo tono que sus ojos, era una chica muy guapa, no m extrañaba que fuera modelo.. tenía mucho que envidiarla-Yo soy Elisenda, pero puedes llamarme Eli, y ella es Berta.-la otra chica era algo más cortada se acercó a mí y se limitó a darme dos tímidos besos.
-Bueno cariño, ves allí que te maquillaran y te vestirán en menos de 5 minutos reúnete con nosotras te esperamos allí-dijo señalando un pequeño escenario, lleno de focos con luces de un color rosado.
Una chica, me hizo una seña para entrar detrás de unas cortinas, allí se encontraba un gran perchero, me dieron un vestido de ballet clásico, negro. Ahora entendía porque Elisenda y Berta llevaban tutús y puntas.
Cuando estuve lista, me senté en un taburete, donde una chica muy tatuada empezó a maquillarme…cuando acabó me dio un espejito para que me mirara.
-Te gusta? -Pregunto.
-Nadie te ha dicho nunca, que haces un gran trabajo?-la guiñé un ojo y salí hacia donde me había indicado anteriormente Demi.
Estaban esperándome todas, subimos y un chico de corta edad nos indicaba como teníamos que posar, de lo contrario una docena de personas se encontraban detrás de unas enormes cámaras, cada movimiento era un flash. Estuvimos más de 3 horas allí subidas, posando con diferentes modelitos. Cuando acabamos, me despedí de todas, excepto de Berta y Elisenda que decidieron venir a comer algo conmigo, eran unas chicas majísimas, me alegraba haberlas conocido.
Justo cuando íbamos a salir,Demi gritó a lo lejos.
-Eli!!!-venia corriendo y algo sofocada.-Te he de preguntar algo, he visto tu currículum, he visto que eres bailarina cierto?
-Si así es-dijo mordiendo las uñas.
-Bueno me dijiste que yo era tu idola y que tu sueño era venirte alguna vez conmigo de gira verdad?
-Si, así es-estaba temblando, esa chica creo que la iba a dar algo en ese preciso momento.
-Bueno y yo he decidido que tu vendrás a todas, todas mis giras como bailarina, y bien que opinas?
-Que te amo!!!!! Eres la mejor del mundo Demi, miles de gracias, de verdad.
-De nada cielo. A ti, ahora venga ir a celebrarlo, mañana nos vemos tu y yo a la misma hora de hoy.
-Si!!!
Mientras nos acercábamos a un restaurante riendo de las caras y las locuras que tenía planeadas Eli ,y su gira con Demi, me llegó un mensaje, era de Justin.

Tenemos que hablar, no tardes.
No me sonaba muy bien eso…
-Chicas, tengo que volver, no me encuentro muy bien y no quiero estropearos este magnífico momento-dije colocando mi bolso.
-Pero… Estas segura-dijo Berta con cara de preocupación.
-Si tranquilas, ya hablamos en otro momento-salí corriendo casi sin despedirme de ninguna.
Llegué a casa me temblaba la mano al meter la llave en la cerradura.
Entré en casa pegando un portazo.
-Justin!-grité
-Hola-dijo seco. Sus ojos habían adoptado, un color oscuro.
-¿Qué pasa? ¿Por qué me has enviado ese mensaje? ¿Estas bien?
-Si…,tengo que decirte algo.
-¡¿Qué?!
-Lo siento Paula, pero ya no te quiero.
Mi corazón dejo de latir en ese preciso instante, no podía reaccionar ante a eso.
-Paula joder contéstame!!! Paula!
-Déjame en paz esto me puede joder! Dime una puta razón! ¿Qué he hecho yo? Dime!!!-esta notando unos fuertes pinchazos en mi pecho, tenía un nudo en la garganta y lo peor de todo me estaba ahogando en mi propias lágrimas.
-Por favor amor no llores.
-Dime una puñetera razón.. No la hay!!!
-Lo siento, esto ya no tiene más camino para mí.
Me acerqué a él, podía escuchar su pulso acelerado apoye mi cabeza en su pecho.
-Justin…-susurré.- Dime que no me quieres…
Se quedo mirándome, se separó de mi y con lágrimas en los ojos, lo hizo.
-Paula, no te quiero.
-Vete, coge la puerta y pírate!-me quedaba sin aire, sentía que mi mundo y mi existencia no tenían ningún tipo de sentido.-O mejor no, me voy yo!
-Hasta siempre-susurró
Pegué un fuerte portazo salí, chillando y llorando con fuerza de aquella maldita casa, donde Justin acababa de dejarme sin un motivo, tan solo había dejado de quererme…
Paré delante de una farola. Pegué un puñetazo con rabia, me acababa de reventar los nudillos, me sangraban…me dolía, pero no mas que el aire que me estaba dejando sin respiración…

-Estas bien?- me pregunto-una voz femenina
-Déjame en paz!-grité con todas mis fuerzas. Al girar vi quien era, era Berta, la abracé con fuerza.
-Paula?! Que ha pasado?
-Lo siento no quería chillarte asi…-cogió mi mano, vio como mi mano estaba llena de sangre, se asustó y la dejo caer en seco.
-Necesitas un médico que te vea esa mano.
-No, no quiero pisar el hospital, por favor Berta. Te diré como curarlo-asintió con su cabeza y la seguí hasta que llegamos a un coqueto piso. Supuse que era su casa, subimos hasta la planta mas alta, entré y me mando que me sentara en el sofá, saco unas vendas y algo de Betadine
Empapó las vendas con ese remedio que tanto escocia y envolvió mi mano con ellas.
Me tendió un vaso de agua.
-M e atrevo a preguntar que ha pasado?
-Nada…
-Mira se que no nos conocemos de hace mucho pero… Se que no ha sido nada bueno, puedes confiar…te ayudare. Te lo juro.-las lagrimas caían nuevamente. En mi cabeza solo se repetia esa frase. Paula, no te quiero.
-No me quiere Berta!
-¿Quién?-dijo intranquila.
-Mi novio me ha dejado, me ha dicho que no me quiere…
-Sin motivo?-se sorprendió
-Si…-susurré, me estaba ahogando-lo siento estoy cansada necesito dormir.
-Si tranquila, mira mañana te vendrás conmigo, yo soy la secretaria de Demi para cuando dan las horas de las visitas para tener una sesión de fotos. Vente conmigo, te despejaras.
Asentí con la cabeza y me tumbé en ese cómodo sofá.

(*)
Las ocho de la mañana, pude observar en mi móvil, había dormido todo un día entero… cuando desperté, quería ver como estaba en mi casa abrazada a Justin después de haber pasado una noche haciendo el amor con la persona a la que amaba, pero nada de aquello había sido un sueño, estaba en un gran sofá observando como Berta se tomaba un café y me observaba sin quitarme huella.
-Buenos días dormilona, estas mejor-negué con mi cabeza, me arregle el pelo y me dirigí a la puerta.
-Nos vamos?
-No desayunas?
-No tengo hambre.-dije muy seca
-Esta bien pero creo-la corté
-No me digas lo que tengo que hacer, no tengo hambre y punto ahora vámonos o llegaremos tarde.
-Vale, cascarrabias-me saco una ligera sonrisa. Me acababa de recordar a mi madre, en estos momentos la echaba tanto de menos, deseaba estar entre sus brazos, para que me consolara, y me diera esos perfectos consejos.
Llegamos al mismo lugar del día anterior, solo que esta vez parecía que entrabamos por delante.
-Hola-saludo un rubia.
-Ven es por aquí-dijo Berta, entramos  en una pequeña oficina-Este será tu uniforme…-señaló una falda corta y ajustada negra y una camisa de media manga y también muy entallada.
Me cambié y me dejé la trenza que aún llevaba. Salí hacia afuera y vi a Eli hablar con Berta.
-Hola!!!!-me abrazó fuerte.
-No chilles me duele un poco la cabeza por favor.
-Cuando salgamos de aquí nos vamos a ir de fiesta y veras como todo de se olvida y se arregla, me voy que llego tarde-se despidió con la mano.
-Ojala…
-Te sienta muy bien
-Gracias, supongo…
-Ahora nada mas atiende al teléfono y a los clientes, estoy dentro que e de hacer unas facturas enseguida salgo-asentí con la cabeza y me senté e un na silla esperando a que alguien entrara por esa puerta.
Me levanté un momento iba a ordenar unos papeles que me acababa de traer la misma rubia del principio, los tenia que archivar en diferentes carpetas.
-Eh tu morena!-me giré algo mosqueada.
Que quieres?-dije borde, quizás no tenia que tener aquellas formas, pero el tampoco había mantenido las suyas, entonces porque hacerlo yo…Me tendió una tarjetita
-Necesito que vengas a este lugar-dijo indicando una dirección que alguien había escrito-si tienes algún problema llama al teléfono que hay justo debajo.
Cogí mi libreta para apuntar el numero…quería preguntarle que, qué era ese lugar o quien iba a estar allí, pero al levantar la cabeza vi que ya no estaba…
¿Quién abría en ese lugar? ¿Quién estaría esperándome? ¿Qué habría allí?




jueves, 20 de febrero de 2014

Capitulo 26 avanze

Era ella, no podia creer que estubiera aqui, delante mio...

+ Pequeña como es tu nombre?
-Paula, estoy tan feliz de haberte podido conocer eras como un sueño tu me enseñaste ha ser siempre fuerte *(_____)*
+ Denada cielo, por cierto estamos trabajando en un nuevo reportage me preguntaba si tu querrias venir ha hacer unas fotos comigo, como modelo te apetece? De echo hay dos chicas mas pero necesito una tercera y tu eres ideal
- Claro que si, peró si no te sabe mal quiero sacarte unas fotos, quiero ser fotografa y -la cortó
+ Si, por eso no te preocupes Paula

[...]
+ Paula, joder Paula contesta!!!!
- Lo siento pero esto me puede, porfavor amor no llores...
+ Vete! Coje y pirate! No vuelvas nunca esto ya no tiene mas camino para mi, adios.
-Esta bien, hasta siempre.

Pegó un puñetazo con rabia, sus nudillos sangraban...
[...]

+ E tu morena-se giró ella al escuchar eso.
-Que quieres?-dijo borde. Ella recibió una targetita.
+ Necesito que vengas, ha esta direccion si tienes algún problema llama a este numero.
-Si-anotó en su libreta y entró en esa pequeña sala.
[...]
+ Un sudor frio recorria mi cuerpo, uan electricidad constante por mi columna y un sin fin de flashes de esa gran noche, de esa inquietable noche... esa placentosa noche... Sin duda estaba orgulloso...

domingo, 19 de enero de 2014

Capítulo 25

*Narra Paula*

Cogí el teléfono no sin antes apretarme la cabeza, me dolía mucho.
-Si?-dije suave
-Paula?!!-chilló
-Por favor mama no chilles me va a reventar la cabeza.
-Lo siento. Estáis bien?
-Bueno, Justin algo herid. Sigue dormido…
-Cariño, tú padre llamo anoche a casa preguntando si estabas, yo me preocupe por muy buen tono de voz que quería poner, pero se le notaba enfadado, fue a buscarte verdad?
-Si mama.-cerré los ojos, y las putas y dolorosas escenas de Rubén y de ayer volvían a mi memoria - Yo así no puedo estar-Una mano me enrolló la cintura- Justin estaba despierto.
-Buenos días- me susurro.
-Paula sabes que tenis que iros de ahí son las 8 de la mañana estoy segura de que ira al piso, a ver si estáis ahí, tenéis que iros.
-Mama no puedo, dejaros aquí ni a ti, ni a Cris ni a Marta joder no lo entiendes?
-Paula yo estaré bien, tenlo por seguro, Robert está aquí conmigo, es el chico del cual te hablé dudo que tu padre venga-oi como carcajeaba al otro lado del teléfono. Amaba escuchar su sonrisa.
-Si mama pero ellas?-de pronto su voz me interrumpió
-Princesa, si hace falta nos vamos los 6 a Nueva York-le miré expectante.-Mama dentro de una hora y media estamos ahí vale?
-Esta bien- colgó
-Justin, estas seguro?
-Si, ves a la ducha, prepara las bolsas yo me encargo de llamar a Cris y Marta vale?
-Vale.
Entré en el baño y encendí la ducha, puse esa canción que tanto amaba, abrí la mapara y el agua caía acompañada de esa melodía
<<Tienes que hablar, tienes que gritar Saber que aquí y ahora  Puedes ser hermosa, maravillosa, todo lo que quieras ser. Pequeña yo. Tienes un montón de tiempo para actuar a tu edad Corre rápido, arriesga todo No tenga miedo de caer! Sentirte tan grande, pero verse tan pequeña…>>

Después de una media hora debajo de la ducha salí y me alisé el pelo, me puse la muda y salí del baño Justin estaba vestido y con la maleta encima de la cama. Me miró de arriba abajo, ya que iba con un conjunto de ropa interior rojo, se mordió el labio y yo carcajeé.

-Que queda por recoger?-pregunté mientras me ponía una blusa negra con unos pantalones azules y una vans negras.
-Nada, lo del baño y ya. Lo demás ya lo he metido  todo en las maletas.
-Vale pues cogeré el macuto y meteré las cosas dentro, mete las cosas en el coche.
En 5 minutos tenía todo recogido, repasé aquel lugar con la mirada…aquel lugar donde todo había sido tan intenso. Llegué a la cocina, me vino a la cabeza, el momento cunado Justin apareció y me cogió por la cintura, todo había sido tan corto pero a la vez tan especial.
Su voz diluyó mis pensamientos.
-Cariño, venga Cris y Marta ya están esperándonos, estaban preparando sus maletas.
-Está bien-le cogí fuerte de la mano y salimos del lugar. Entramos en el coche y arrancamos hacia el hogar donde me crie. En 30 minutos estábamos allí.
-Cariño-dijo mama al lado de un apuesto hombre.
-Hola mama-la abracé casi llorando, después de todo tenía que abandonar Londres, eso suponía abandonar mi pasado, abandonar mi vida…y rehacer una nueva al lado de la persona a la que amo.
-Hola-dijo el hombre abriéndose de brazos. Algo tímida me acerque a él y le abracé.
Justin Se acercó a mi madre y como por costumbre la dio dos besos y un fuerte achuchón.
Este tendió la mano al novio de mi madre, pero el no la aceptó si no que le ofreció un abrazo.
-Me he enterado de que os vais los dos a vivir juntos a Nueva York verdad?
-Si-dijimos al unísono, unas leves y juguetonas sonrisas fluyeron en nuestras bocas.
-Bueno cariño, nos haré perder mas el tiempo, cuando lleguéis a Nueva york llamarnos, vale?
-Si, bueno de echo Marta y Cris también se vienen…-dije elevando una ceja.
-Si, lo se, la madre de Marta me llamó para decírmelo y que te dijera que por favor cuidases bien de ella.
-No te preocupes-dijo esta vez Justin.
-Mama puedo entrar a ver a Dalas?
-Claro.
Entré yo sola en ese cálido establo, allí estaba Dalas con su mirada fija en mi. En ese momento los recuerdos se apoderaron de mi nuevamente…

*Flash Back*
-Mami, mami!!
-Dime cielo?
-Puedo montar en el caballo nuevo?
-Cual este?
-Si, si!!!
-Pero princesa tan solo tienes 5 añitos, cuando seas un poquito más mayor.
-Pero yo quiero probarlo por favor  mama.
-Bueno entonces subirás en este que es mas pequeño-señalo a ese caballo color ceniza.
-Pero este me da miedo…-dije haciendo pucheros
-Sabes, este si quieres será para ti. Vale?
-Y como se llama?
-No se mi niña, ponle tu el nombre, voy a ver  buscar su comida vale? No te muevas de aquí anda.
-Vale-dije acercándome al caballo.
-Hola-dije como si el me fuera a saludar.-Me llamo Paula… como te quieres llamar tú?
mmm te puedes llamar Negro, no  ese no me gusta, ya se! Dalas! Te gusta-me acerqué tímida y algo expectante a acariciarle, este al notar el contacto de mi mano en su morro cerró los ojos y relincho suavemente, desde entonces supe que el seria mi fiel amigo.

*Fin del Flash Back*
Las lágrimas brotaban de mis claros ojos, le miré y el estaba como el primer dia con los ojos cerrados esperando que le acariciara el morro.
-Dalas, perdóname…
-Sé que es difícil abandonar un montón de recuerdos bonitos…-dijo el novio de mi madre.
Me giré y me abracé a él muy fuerte, necesitaba ahora mismo, el calor que me había faltado durante años…. El de un padre.
-Guapísima, eres fuerte, tu madre me ha explicado todo lo que te han hecho y creo que esto no va a ser menos, debes afrontar el presente y hacer un mejor futuro de tu vida, vive con la persona a la que amas aunque aquí dejes parte de tus mejores recuerdos piensa que ellos siempre van a estar en tu corazón… No llores pequeña, si nosotros iremos a verte y tu podrás venir cuando quieras o no?
-No lo sé…
-No te preocupes todo irá bien-me dio un beso en la cabeza-me sequé algo las lágrimas para que ni Justin ni mi madre me vieran mal.
-Ya está?-dijo mama.
-Si-dije en un hilo de voz y con un gran nudo en la garganta. Ahora tocaba de despedirme de los pilares más grandes en mi vida, mi madre. La abracé con todas mis fuerzas al igual que ella a mi, no quise alargarlo mucho ya que no me gustan las despedidas, yo soy más de hasta siempre o hasta luego.
Subí en el coche y saludé por la ventana, era hora de cambiar el chip de hacerme a la idea que algo nuevo iba a suceder en mi vida, que de una vez por todas estaba desafiando al destino tal como el y yo lo prometimos.
<< Si hace falta, para estar juntos, desafiaremos al destino princesa…>>
Encendió la radio y un’’ when i look at you’’ sonaba, puse mi mano sobre la suya y le apreté con todas mis fuerzas. Estaba preparada, para enfrentarme a cualquier cosa si era por él.
Después de un buen rato llegamos a casa Cris, allí estaban Jaden y Marta. Pero al rato apareció Bruno. Bajé del coche y me despedí de la madre de Cris entre alguna que otra lágrima. Después de todo ella había sufrido con nosotras la separación de mis padres…
Jaden y Bruno subieron al 4x4 de Justin, ellos irían todos juntos y nosotras iríamos en el coche de Marta… Nos esperaba un largo camino, aun así nosotras tres juntas haríamos lo imposible para no parar de reí como siempre…
Después de 10 largas horas de camino un gran letrero nos anunciaba la entrada a Nueva York o como bien dirían los ‘’newyorkinos’’
NEW YORK
-No me lo puedo creer hemos llegado Paula!!!!!!!!-dijo Marta en un grito a pleno pulmón.
-Tu sabes que aquí hay las mejores tiendas góticas e dime lo sabes lo sabes? –dijo Cris nerviosa y alegre a la vez.
-Y vosotras sabéis que vamos a vivir aquí por mucho tiempo!-chille!
Las tres carcajeamos de alegría, esto era un sueño era especial…
Justin aparcó delante de un restaurante.
-Yo tengo hambre-dijo Cris ansiosa.
-Yo no.- dije seca
-Venid- dijo Justin. Atajamos por un callé que iba a  una enorme calle… a la calle principal…
-Dios mio despertadme por dios esto es un sueño-dijo Marta.
-No, no lo es-dije yo,-Es la realidad, nuestra realidad a partir de ahora las abracé fuerte. Hice una foto y se lo envié a mi madre…
-Bueno, ahora vamos a comer algo si os apete-me corté a mi misma, no odia creer lo que mis ojos estaban viendo esto era imposible.