jueves, 24 de octubre de 2013

Capítulo 22


Narra Paula.

-Enana no sales? Es sábado te vendría bien despejarte un poco sabes?-dijo cris cogiendo las llaves de la mesa de cristal.
-No…-continué comiendo de mi bote de helado.
-Paula… yo voy con Jaden… si quieres vente. Lo pasaremos bien.
La seguí con la mirada hasta clavarla en sus ojos verdosos.
-Vale como tu veas-dijo saliendo de casa.
-Yo me voy, cualquier cosa llámame quieres- me dio un beso en la frente algo poco común en ella.
Otra vez sola en casa, otro fin de semana sentada frente al televisor, tumbada en ese gran sofá, que desde hacía 4 meses era mi mejor amigo, y el que soportaba mis lágrimas y dolor…
Si 4 meses…
Justin al poco de irse a Canadá venia casi cada semana a verme o en cuanto podía… nos llamábamos, masajeábamos,  al final, le dieron la fecha en la cual iniciaba su gira… esa en la que llevaba trabajando 6 meses… de los cuales solo estuvo conmigo 2… si dos… al poco tiempo entendí que tenía mucho trabajo, pero tampoco lograba entender porque ni una sola llamada en un día… Al poco tiempo me llamaba un día o dos por semana… pero desde hace 15 días no sé nada de él, ni donde esta… Los putos kilómetros me habían dado la razón… nos iban a distanciar hasta no saber nada de ninguno…
Abrí los ojos, con esas lagrimas amarga que recorrían mi tez algo pálida hasta perderse en el cuello. Cogí el móvil y con el puño seque mis lágrimas.
Tenía 23 mensajes. Eran de mama. Marque su número. Al instante le descolgó.
-Paula cariño, al fin  me tenías preocupada.
-Lo siento…
-Cris y Marta al menos no estaban tan aisladas como tu…
-Si bueno… supongo que ya te habrán explicado no?
-Algo… Oye hace días que no te veo y si vienes a casa?
-Está bien en media hora estoy allí.
Colgué. Apagué la tele y fui hasta el final del pasillo, allí estaba el baño, abrí el cajón, saqué una goma de pelo, me hice una trenza en el lateral derecho, dejando algún mechón suelto en el otro lado. Pase el lápiz de ojos haciéndome una marcada raya negra. Lo guarde todo en el cajón y entré en mi habitación, abrí el armario, una sudadera gris, su sudadera gris…
unos pantalones tejanos pitillos y unas bambas altas grises.
Cogí el bolso, guardé el móvil y de la mesilla de noche las llaves, abrí el cajón de la cómoda, de donde saque el casco.
Bajé al garaje, y subí a la moto.
Si habéis escuchado bien la moto… después de que Justin se fuera, echaba de menos aquellas escapadas juntos, al llevar un tiempo de trabajo en la tienda, compré una moto e ir a esas carreras… donde mi rabia se esfumaba con solo apretar el acelerador. Metí la llave en el contacto, y salí en dirección al pueblo. En media hora llegué. Bajé de la moto y llamé al timbre.
Un hombre abrió la puerta. Era mi padre…
-Hola hija!-me abrazó. Me quedé parada, confusa, no le correspondía al abrazo.
-Hola papa-me costó algo decirlo.- Esta mama?
-Si… bueno yo ya me iba.. a me enterado que llevas 6 meses viviendo en la ciudad, ni si quiera me habías dicho nada…Algún día ven a verme.-se subió al coche y observé como se alejaba.
-Mama?-cerré la puerta y entre en el salón.
-Cariño, vamos a la playa?
-No se si es buena idea…
-Venga, no pienses en eso…
-Bueno esta bien- Salí corriendo a por Dalas hacia tanto tiempo, que no montaba, puse el asiento y monté subiendo a galope ladera arriba.
-Ei pequeña espérame-gritó mama por detrás, empecé a carcajear hasta llegar a la playa.
Até a Dalas al árbol, camine por la suave arena totalmente descalza y me senté.
Al momento noté la presencia de mama detrás mío.
-Porque la distancia es tan jodida?-pregunté recibiendo a cambio un gran silencio.
-Cariño… yo también me enamore de un chico a distancia sabes?
La observé expectante, estaba casi llorando. Se sentó a mi lado y me miro.
-Tenía 16 años, el tenía 18… el era de california y yo de aquí Londres… lo nuestro… imposible yo tenia que estudiar y el pues el… no podía venir aquí, su padre no quería que el estuviera conmigo, de echo no le gustaba para el. Yo tenia miedo de irme dejarlo todo por el, pero tenia mas miedo a perderlo, al final no hice lo que quise, estar con el… a su lado. Le perdí… lo nuestro no acabo bien, pero cariño si le quieres ves a por el, lucha si hace falta… ves a Canadá, pero se feliz, hazle feliz… sed felices.
-Gracias mama-la abracé y las dos llorábamos. MI madre tenia razón, pero me pasaba lo mismo que a ella me daba miedo alejarme de la gente a la que quería… mis amigas cris y marta que eran como mis hermanas y mi madre.
-Oye-la dije. Que hacia papa en casa?
-Nada-dijo con la vista perdida hacia el mar.
-Mama, no trates de ocultarlo por favor.
-Cariño hace 1 mes empecé a conocer a un hombre, el que me sacó la sonrisa-empecé a carcajear.-¿Oye?! ¿Qué pasa niña?!
-Nada solo que a tu edad me hace gracia-me cortó
-¿Me estas llamando vieja?- me hizo cosquillas.
-Que va mami, me alegro mucho de que al fin tengas alguien para ti, bueno el caso que porque estaba ahí papa?
-Porque no le gusta mucho la idea, y le he dicho que si lo dejamos fue por algo… y que con el estaba feliz.
-Claro que si mama, tienes que ser tu primero, tu tienes que ser feliz, si no que hubiera echo algo para no perderte.
-Si cariño si… en fin se está nublando, será mejor que volvamos a casa… .
-Ves tirando mama, ahora voy yo-la di un beso, se levantó y monto en su caballo, perdiéndose en el frondoso bosque.
Corría una brisa fresca, empezaba a nublarse cada vez mas y a oscurecer.



Me taparon los ojos con una mano, me retiraron el pelo hacia un lado, un suave dedo recorrió mi cuello de arriba abajo despacio.
Noté un pequeño susurro en mi oído casi no lo entendí. Un gran escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Sabía que estarías que.-me dio un beso mojado en el cuello.
Reconocí su voz, su dulce y perfecta voz.
-Si…-dije en un suspiro. El retiro su mano de mi cara, destapándome los ojos.
Me miro a los ojos, los tenia oscuros, no era ese dorado…
-Porque no me has cogido el teléfono, ni me has contestado a los mensajes?-dije seria mirando en un punto perdido.
-Te deje un mensaje de voz para decirte que vendría-se le puso la voz ronca.
-Justin… te acuerdas de la arena? Tírala…
-Porque?-le vibró la voz
- Me e vuelto adicta a ti, te necesito a mi lado, los kilómetros me asustaban, al final me han hecho daño, me han comido por dentro y nos han ido alejando…
- Me dijiste que cuando te dejara de amar la tirara, sin embargo, cada día te amo más, y tú para mi te me has hecho necesaria, no eres la única que lo has pasado mal, preguntándote, si sientes lo mismo, o viviendo con el miedo a que te haya remplazado por algún gilipoyas que la haga daño.
- Pensé que no ibas a volver y eso me asustaba…-dije sin mirarle a la cara
-A mi me asustaba el llegar y no encontrarte…-me giro la cara con el dedo pulgar hasta quedarnos uno enfrente del otro.
-Justin…  te vas a ir pronto verdad?-me cayó una lagrima que el secó con su dedo índice.
-Pero no sin ti… esta vez no quiero irme sin ti.
-Jus-me cortó.
-Nos vamos a Brooklyn Nueva York… e comprado una casa para los dos…
Empecé a reír.
-¿Qué  pasa?
- ¿Enserio? ¿Estás de broma no?
-No… vente conmigo por favor .

*Flash back*
-Cariño yo le perdí, pero vosotros os queréis aun estas a tiempo no cometas mis errores, estaré bien enserio.-me beso.
-No se mama, esto me asusta un poco…

*Fin del flash back*

-Si, vale me voy contigo-le besé estirándole el labio inferior.
Me tumbo, y se puso encima besándome con fuerza, hacía mucho que no probaba sus labios, metió ligeramente la mano por dentro de mi sudadera, deslizando el dedo pulgar por mi tatuaje, el que llevaba sus iniciales grabadas. Hizo una pausa, me miro a los ojos.
-Te quiero Paula.-me acarició la mejilla. Me incorpore un poco haciendo que cayera hacia el lado y ganando yo la primera posición.
-Y yo Drew. Yo también te amo.- apoyé mi cabeza sobre su torso, mientras él acariciaba mi pelo.
Las nubes recobraban un color negro, al poco rato empezó a llover.
-Ei princesa vámonos que nos mojaremos.-Me levantó.
-Justin espera!- le estiré del brazo- Quiero besarte bajo la lluvia.
Se mordió el labio y me cogió a horcadas, enrollé las piernas en su cintura y le besé mientras jugaba con su pelo. La lluvia apretaba cada vez más y calaba nuestra ropa.
-Venga vamos.
-Joder-rechisté
Desaté al pobre Dalas del árbol y montamos a sus lomos hasta llegar a casa.
-Cuanto tiempo sin venir aquí- repaso Justin con la mirada cada rincón del establo.
-Si… yo después de casi un mes. Y mi madre con un novio secreto-carcajeé
-Mira que bien.
-Anda vamos.
-No entras a despedirte de tu madre?
-Ya hemos hablado, además ahora que tiene novio no creo que este en casa.-le guiñé un ojo.
Me cogió la mano y salimos fuera, todavía llovía, había sido mala idea traerse la moto.
-Y su sacas el coche del garaje.
-Ai Drew, todo lo que te has perdido.-dije montándome en mi moto.
-Venga ya?-dijo en tono de burla.
- Bueno subes o vas andando?
Carcajeó y se subió detrás.
-Te dejo que conduzcas anda-dije.
Me miro de arriba abajo y paso su lengua por el labio inferior, cosa que me puso muchísimo me puse detrás.
-Sujétate a la cintura princesa-dijo antes de arrancar.
- No hace falta. -aceleró y salió a toda ostia.

Al fin me agarre el, pude percibir como una sonrisa picara se postraba en su rostro. Después de 45 minutos, llegamos a mi casa. Aparcó y entramos en el portal chorreando. Entramos en el ascensor y subimos hasta arriba entre miradas y algún que otro beso. Nos deseábamos después de tanto tiempo separados.
Abrí y entramos, deje las llaves en la mesilla de cristal Cris, y Marta no habían llegado todavía.
Fui hasta mi habitación y el me siguió, me saqué la sudadera tirándola encima de la cama y quedándome en sujetador. Me quité las bambas y deslicé el pantalón hacia abajo.
Cogí una toalla limpia del armario. Con una de sus camisetas prestadas como pijama.
-Me voy a duchar ahora salgo-me hice algo la interesante.
Encendí el grifo esperando que saliera el agua caliente, abrí la cristalera y entré, al instante la puerta del baño se abrió, era él. Me observó, él estaba en bóxers, se acercó a la cristalera y se quitó los bóxers. Abrió y entró conmigo. Me daba algo de corte, era la primera vez que le veía desnudo, igual que el a mi.
-Princesa, eres preciosa. Se acercó a mi haciendo que me apoyara en la pared.
Estire los brazos y los enredé en su cuello .El agua caía mojando nuestros rostros. Me beso en el cuello, y seguidamente en la boca, haciendo que nuestras lenguas iniciaran una gran batalla para tomar el control. Un leve suspiro se me escapo cosa que hizo que nuestras lenguas aumentaran en velocidad.
Poco a poco, la cosa disminuyó. Apagué el grifo y cogí el albornoz. El cogió una toalla y la enrolló en su cintura, agitó su pelo y salió del banyo justo detrás de mi.
-Ese albornoz me pone mucho.
Carcajeé mientras entraba en la cocina.
Abrió la nevera, y cogió una botella de agua. Mientras le observaba.
¿Qué¿-sonrió
-Nada te miro-dije subida a la encimera.
Dejó el vaso en el fregadero y me bajo de la encimera.
-Salimos a cenar?
-Pero si nos ven otra vez, tendremos que salir corriendo, mejor pido unas pizzas y-me cortó.
-No quiero que dejes de disfrutar por mi entiendes?
-Esta bien-le estiré de la toalla y le atraje hacia mi. Me empotró contra la pared. Me mordió el labio inferior dejándolo caer suavemente.
De pronto la puerta se abrió.
-Em esto lo sentimos si interrumpimos algo-dijo Marta y Cris al unísono.
Yo apoyada en la pared, se me escapó una pequeña carcajada, que hizo que les creo una pequeña confusión a Marta y a Cris…



No hay comentarios:

Publicar un comentario