lunes, 21 de abril de 2014

Capítulo 28

Giré sobre mis talones, era un hombre corpulento, del mismo parecer que los de la noche anterior, aquellos que no hicieron nada más que reírle las gracias a su querido y posible jefe…

-¿Qué, coño quieres?-dije apretando fuerte el mango de mi maleta.
-¡No me hables así!-se acercó bruscamente a mi.-¿Qué hacías en casa con Justin?
-¿Y a ti que mierda te importa?-le pegué un puñetazo en el vientre, por su culpa  me estaban alejando de la persona que más amaba…
Me agarró bruscamente del pelo, acercándome así cerca de su marcada tez, quizás por peleas, golpes, etc.
-Zorra-susurró
-Capullo-susurré yo.-No toques ni un pelo a Justin o te arrepentirás toda tu put-me cortó
-Cariño-acercó su boca a el lóbulo de mi oreja.-Deja de gruñir como una gatita en celo, sé que en el fondo te gusta jugar…-se relamió los labios, cosa que hizo estremecerme de asco y angustia.
Le puse el dedo en los labios, acto seguido me acerco por la cintura empujándome hacia el con su enorme mano…
-Cariño-dije en tono seductor. –¿Sabes?-le miré a los ojos, esos enormes ojos verdes.-¿Tienes ganas de jugar?-asintió como un crio, cuando le preguntas si quiere un caramelo.-Se donde puedes divertirte…dos calles más abajo, sabes? Ahí cerquita tienes un local de gatas en celo… pásatelo bien.-Le empujé y retomé nuevamente mi maleta subiendo las calles hasta llegar a casa de mis mejores amigas. Piqué en la puerta y unas risas se escucharon en el interior. Abrieron la puerta y no era ninguna de las dos, era una chavalita un tanto ms joven que yo.
-Hola, aquí no vive Marta y Cris?-me miró y dijo << espera JANETE ahora te llamo>>
-Hola, si pero salieron a dar una vuelta, me dijeron que no volverían hasta media tarde, y a mí me han contratado para limpiar un poco.
-Ah , está bien, me gustaría que dejaras esto en el salón por favor.-Le entregué la maleta y me di media vuelta.
Bajé la calle de esa gran urbanización y a lo lejos vi a un chico con unos andares muy `peculiares, y que por supuesto yo conocía, pero no iba solo. Era una chica, era morena, tenía el pelo de un color negro como el carbón.
Decidí acelerar el paso, haciendo asi notar mi presencia. Y así fue, miré a la chica. No la conocía, no sabía quién era, pero lo que si pude ver es como Justin la giró dándola un bamboleo, y acercándola como hacia conmigo cuando deseaba besarme. Sin pensarlo dos veces, se acercó y rápidamente se aferró a los labios de la morena.

Me acerqué rápidamente, yo también se jugar.
-Hola!!!!!-dije con entusiasmo.
La chica se retiró de los labios del que era mi novio.
-Hola-dijo con una ancha sonrisa. Tenía unos ojos marrones preciosos, me recordaban a los de alguien, de inmediato miré a Justin, tenían una cierta semejanza.
-¿Qué dando un paseo?-pregunté como si nada me pasase, tenía que guardar la compostura.
-Si, aquí que mi primo le parece haber dado algo raro.-carcajeó
Justin se rascó la nuca, y la agarró por la cintura, como hacia conmigo para demostrar que era de su posesión.
Me acerqué pícaramente y le susurré algo a Justin…
-Y pensar que no te iban las crías, veo que te dan mucho morbo no?-susurré cerrando así los ojos.- Justin, si has de tirarte a alguien…que no sea tu prima…porque yo también se jugar a esto-dije escupiendo las últimas palabras.
Me miró tenso. Eso no le hizo mucha gracia. Pero no medio palabra.
-Bueno continuare con mi paseo, que paséis un buen día!!-me despedí saludando con la mano.
Entré en una de las tiendas, y me dirigí a un alto estante. Una de las camisetas que había, me llamaba mucho la atención.
-Buenos días señorita, puedo ayudarla en algo?-dijo una voz masculina pero a la vez dulce.
Me giré y quede boquiabierta al ver quien era.

*Flash back*

-Cumpleaños feliz te deseamos todos…cumpleaños feliz!! Felices 5 añitos.-dijo Erik
-Gracias, eres el mejor amigo que se puede tener.
-Paula, tengo que contarte un secreto. Vamos a nuestro sitio secreto, te echo una carrera.
-Ganaré yo!!!-carcajeé
Llegamos a nuestra casita de árbol, me cogió las manos y me soltó así el secreto.
-Paula, no quiero que te rías por favor.
-¿Qué pasa?-estaba asustada.
-Siento cierta atracción por los chicos. Soy…
Le miré, sentía alegría tenía un amigo… si bueno eso un amigo especial.
-Erik! ¿Como quieres que me ría? Eso es genial, la gente que no te quiera no lo aceptara pero yo si. No te preocupes tu secreto quedará totalmente guardado.
-Gracias. Y ahora te tengo que decir algo… me voy a vivir a Nueva York…-me abrazó y bajo las escaleras de esa coqueta casita de árbol, marchándose así con su madre. Esta vez para marcharse y no volver.

*Fin del Flash back*

-Erik-susurré
-¿Nos conocemos?-dijo elevando una ceja.
-Lo siento me debo haber equivocado…-me giré casi con lágrimas en los ojos.
-Te echo una carrera a nuestro sitio secreto cumpleañera.
Me giré y rápidamente le abracé.
-Pequeña-me besó en la cabeza.
-Te he echado tantísimo de menos…
-Y yo pequeña y yo…Que haces por aquí?
-¿Tienes un rato libre?
-¿Qué hora es?-miré mi reloj y le dije la hora rápidamente
-Las dos-
-Perfecto. Te invito a comer.
-Enserio?
-Si venga, tenemos que ponernos al día.
Salimos de esa tienda y andamos unos metros hasta llegar a un coqueto restaurante.
Me cedió paso, enseguida nos atendieron y nos dieron lugar para poder comer.
Nos tomaron nota y en 10 minutos estaba todo listo.
-Bueno cuéntame…que tal con tu vida de NEWYORQUINO?-puse morritos.
Carcajeó y empezamos hablar, tocamos todos los temas, le conté hasta lo de Justin y lo que me pasaba en estos momentos, el como siempre estaba dispuesto a ayudarme.
De pronto vi en la cristalera como una morena conocida estaba apoyada y al lado un chico con capucha, estaba segura de que era Justin así que cariñosamente le cogí la mano a Erik, con él tampoco podía entrar mucho, yo no soy de su tipo…
Miré nuevamente a la cristalera, solo estaba la morena, el ya no…
¿Dónde esta? ¿Habría entrado? ¿Se habría enfadado?


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