Capitulo 2

-Hola buenas tardes! Traigo un paquete para Paula Rubio.
-Emm.. Si soy yo.
-Tenga esto es para usted-dijo el cartero entregándome un paquete
-Muchas gracias, tengo que firmar en algún lado?
-Si tanga aquí-dijo mostrándome un folleto.
-Gracias que tanga un buen día.
-Igualmente jovencita.
Cerré la Puerta y me dirigí hacia el comedor, allí estaban mama y Marta mirándome expectantes.
-Cariño que es?-dijo mama secándose los labios con la servilleta.
-No sé-lo empecé a desenvolver.-OH dios mío es un móvil nuevo. Un iPhone 4!
-No me jodas-dijo Marta elevando el tono de voz.
-Mira ahí una tarjeta.
La tarjeta ponía lo siguiente:
-Hola cariño se que pronto será tu cumpleaños y como se que tu móvil no te funcionaba muy bien  pues... a aquí tienes tu iPhone. Por cierto si te preguntes que porque a llegado tan pronto, es porque no sabíamos con certeza cuanto iba a tardar.
Te quieren tus tíos y primos. Besos desde Málaga.
Se me saltaron las lágrimas pero enseguida me las sequé y empecé a investigar cómo se encendía.
-Paula a comer luego lo averiguas…
-Vale-dije empezando a comer.

* 10  minutos más tarde*

-Mama Marta y yo queremos ir a dar un paseo con Dalas y su caballo trueno podemos?
-Si cariño, pero yo esta noche voy a la ciudad, tengo una cena con los compañeros de trabajo.
-Se puede quedar a dormir en casa no se preocupe-dijo Marta
-Pero no quiero molestar Mar…-me corto en seco.
-Anda burra que vas a molestar, de verdad no se preocupe Paula estará en buenas manos.
-Eso no lo dudo, bueno está bien pasarlo bien, pero luego cierra a Dalas en su cuadra entendido?
-Si mama!-salimos por la puerta a toda prisa.
Cogí a Dalas y me puse las botas, subí encima de Dalas y ayude a Marta a que subiera, iríamos a su casa a buscar a Trueno.
-Vamos Trueno-dijo Marta abriendo la puerta de la cuadra, cogió el sillín de este y montó.
Arrancamos al galope hacia la cala donde había estado esta mañana. Cuando llegamos dejamos a Dalas y a Trueno atados debajo de un pequeño pino que había.

-Allí voy-dijo Marta mientras corría como una loca hacia el agua.
Yo carcajeé y estiré la toalla en la arena, poco a poco me fui acercando a la orilla, y antes de que me diera cuenta Marta me estaba salpicando.


-Serás cabrona! Ahora veras-la tiré al suelo, ella contraataco y me cogió del tobillo tirándome ahora a mí.
Después, de un bañito salimos corriendo a las toallas, la verdad que no hacía nada de frio.
Estuvimos dos largas horas, recordando viejos tiempos y explicando lo que habíamos hecho estos dos últimos días que no nos habíamos visto.
-Tu madre nos va a matar son las 8:30.
-Si pues cuando vea que vengo con gente…
-Bueno mi madre supongo que le habrá dicho algo hija.-carcajeamos
- Anda vamos enana.
Monté rápidamente encima de Dalas y  rete a Marta a una carrera hasta su casa, Marta subió en su caballo y rápidamente me alcanzó, entre carcajadas, llegamos a su casa.
-Bueno está claro que he ganado yo Paulita!-odiaba que me llamara así.
-No creo-la di un leve golpe. Y comenzamos a reír.
Cogimos a Dalas y Trueno y los metimos dentro de la cuadra, Marta les puso algo de pienso y unas zanahorias.
-Ale vamos-dijo estirándome del brazo.
Al entrar en casa de Marta se podía percibir un ligero olorcito a frito.
-Hola mami-dijo marta abriendo la nevera.
-Hola Arantxa-dije dándola dos besos.
-Tu madre me ha dicho que hoy cenas con nosotros verdad?
-Si-dije mientras mi amiga me servía un vaso de agua.
-Bueno la cena, estará lista de aquí nada.
-¿Qué hay de cena? Aparte de estas huevos rellenos de atún-dijo cogiendo uno
-Marta por dios no seas mal educada.-yo carcajeé levemente.-Pues ahí ensalada fría.
-Anda, que buena pinta tiene-dije por fin yo.
-Si lleva arroz blanco, pollo frito, cebollita frita y tomate, una delicia de la casa-dijo intentando imitar a un chef.
-Sí, si venga vamos a cambiarnos-dije
- Tú no tienes pijama verdad?
-Hombre pues no, pensaba que me ibas a dejar-me cortó
-El pijama negro del lazo verdad.
-Si ese de los mini shorts negros y la camisetita de tirantes.
-Hay que ver la niña, presumida hasta para ir a dormir-rio
-Niñas la cena esta lista.
Bajamos matándonos por las escaleras, hay que ver lo competitivas que llegábamos a ser.
Después de una media hora cenando y conversando, subimos nuevamente a la habitación.
-Bueno y que quieres hacer ahora?
La guiñé un ojo-Pues me apetece ir a la playa otra vez.
-Otra vez Paula? Ya es de noche y si sacamos a los caballos mi madre se va a dar cuenta!
- Yo no he dicho de coger a los caballos. Anda vamos! Por favor!
-Está bien pero así?
-Si da igual!
-Y el bikini?
-No hace falta, Marta no hay nadie!
-Vale está bien, venga vamos.
-Y si tu madre entra?
-No, no entra porque ella ya se habrá metido en su habitación, tiene que dormir a mi hermanita pequeña.
-Es verdad, pues va vamos.
-Espera cojo las llaves.

Después de 3 minutos caminando llegamos a la pequeña cala.
Dios mío estaba precioso aquello,había luna llena y su figura se postraba en esa agua tan limpia…